Ningún padre de la ciudad colaborará con la policía local en los dispositivos de seguridad a la entrada y salida de los colegios. La iniciativa funciona en numerosos países, incluso en varias localidades españolas, pero no así en Cáceres donde no hay voluntarios. La Federación Local de Asociaciones de Padres de Alumnos (Flapa) ha debatido este asunto y ha concluido que los padres pueden tener problemas y enfrentamientos con los conductores si interfieren en cuestiones de tráfico.

Así lo ha anunciado a EL PERIODICO el concejal de Educación, Luis Martín Buenadicha, un mes después de lanzar la campaña. "No comprendemos esta decisión. Los padres no harán nunca el trabajo de la policía ni tendrán que llamar la atención a los conductores. Simplemente recibirán cursos para colaborar y formar a sus hijos con su propio ejemplo en un área tan importante como la educación vial", lamentó decepcionado.

FALTA DE IMPLICACION

Pero el concejal no cejará en su empeño: "Si un solo centro se suma a la iniciativa podría dar ejemplo al resto", señaló. De hecho, la policía local ya tiene previsto los cursillos. El edil recuerda que la mayoría de los padres piden dispositivos que reduzcan la velocidad junto a los colegios, semáforos y efectivos policiales, "pero ellos no se prestan a colaborar".

Buenadicha añadió que no es un comportamiento aislado. "Los padres están cada vez más alejados de los colegios y de la formación de sus hijos, y quieren dejar la responsabilidad en manos de los profesores. La colaboración con las Apas es escasa", subrayó.

Por otra parte, el edil informó de la reciente reunión del Consejo Escolar Municipal, que será renovado en noviembre por votación. Durante su transcurso se presentó el proyecto educativo de la concejalía, que reforzará el conocimiento de la ciudad en los colegios mediante actividades.