Las explicaciones sobre la escolarización en la capital cacereña dadas por la delegada de Educación en Cáceres, María Luisa Guillén, a este diario en vez de aplacar los ánimos parece que los ha encrespado aún más. Los padres de alumnos no admitidos en el IES Profesor Hernández Pacheco no se conforman y responden a las declaraciones de la delegada con la puesta en marcha de una página web donde explican su punto de vista sobre la situación y critican, entre otras cuestiones, la distribución por zonas educativas de la ciudad. A los tres días de su puesta en marcha, la web había recibido mil visitas.

En la dirección https://sites.google.com/view/cuartalineapacheco, los padres exponen que el instituto Hernández Pacheco alterna los cursos con tres y cuatro líneas en 1º de la ESO según «la capacidad física del centro (concretamente en uno de cada cuatro cursos académicos)», explican. Según los progenitores, la administración regional ha cambiado esta tendencia para el curso 2018-2019, donde consideran que debería haber cuatro y habrá finalmente tres líneas, «sin que haya ningún cambio en la normativa o en la demanda de los alumnos que lo justifique». Por este motivo, según los padres, el centro no puede absorber las 122 solicitudes que ha recibido este año, lo que ha creado una lista de espera de 67 alumnos.

En esta misma web, los padres manifiestan su contrariedad por las palabras de la delegada de Educación, que pedía tranquilidad y aseguraba que, tras el proceso de matrícula, la situación se regulará y los niños que quieran entrar en el Pacheco tendrán finalmente plaza. Los padres consideran que la administración deja «al azar» la asignación de centro y aseguran que no será así, que como máximo entrarán 20 de los 67 alumnos en lista de espera porque «tenemos datos de intención de matrícula y no nos basamos en suposiones», exponen.

Además, en la web plantean una reforma de la zonificación educativa de Cáceres para que se ajuste a la «realidad demográfica de la ciudad» y critican lo que consideran una falta de información del proceso de escolarización. Finalmente, inciden en la dificultad de conciliar vida laboral y familiar por la dispersión de los alumnos en centros alejados de sus domicilios y en la repercusión que esto tendrá en el medio ambiente al tener que utilizar el coche en los desplazamientos.