Basta ya a las penurias de Proa. Queremos una solución ya . Ese fue el enésimo mensaje reivindicativo que quisieron transmitir ayer a las instituciones públicas los padres de los alumnos y los trabajadores del colegio de educación especial de Aldea Moret. Estos vienen batallando desde hace dos años por dar una solución a los problemas de inseguridad y deficiencias que sufren las instalaciones sin que, según denuncian, se hayan corregido de forma suficiente en este tiempo.

Alrededor de 150 personas, entre padres y personal del centro, protagonizaron una concentración de 20 minutos a las puertas del colegio y dentro del recinto para expresar su indignación por las "condiciones desastrosas" del inmueble, según apuntó la presidenta de la Ampa, María Teresa Guillén. Provistos de pancartas en las que podían leerse frases como "centro nuevo y seguridad, ya" o "solución urgente para Proa", los participantes permanecieron a las puertas del centro, mientras los alumnos --alguno se incorporó a la protesta-- continuaban dentro las actividades con normalidad.

La acción de protesta, la primera de las dos previstas --la próxima será el viernes que viene--, estuvo apoyada por las centrales sindicales de UGT y Comisiones Obreras. El colegio tiene actualmente 86 escolares, de los que más de la mitad están en régimen de internado.

La demanda principal es la de que se construya un centro nuevo. El dónde es el problema. Desde hace más de un año se lleva planteando la idoneidad de otro edificio y, de hecho, la Junta de Extremadura y la Caja de Ahorros de Extremadura, propietaria del centro actual, solicitaron al ayuntamiento en noviembre del año pasado la cesión del suelo para ello. Los padres urgen ahora al ayuntamiento que determine qué parcelas podría ceder para este proyecto y que se agilicen todos los trámites.

En cuanto a la ubicación, desde la Ampa se insistió una vez más en que el lugar debe estar integrado en la ciudad por el bien de los niños, ya que "muchos no pueden salir actualmente del centro por su situación aislada", explicó Guillén. De ahí que se descarte la permanencia en Aldea Moret o el traslado a la zona de Río Tinto y se aboge más por edificarlo en Nuevo Cáceres.

El director del centro, Sixto Iglesias, apuntó por su parte que las medidas de seguridad serían suficientes si el centro estuviera ubicado en otro lugar, pero no en el actual. Aseguró que la mayoría de los robos sufridos son obra de vecinos del entorno y anunció que, mientras se traslada o no, se adoptarán medidas, como reforzar el cerramiento externo, quizás mayor vigilancia y la colocación de cámaras previstas por el ayuntamiento. Consideró que no se trata de "crear alarma social", pero sí de reivindicar que "las cosas se agilicen" para tener el nuevo centro.