Juan Carlos Cantero, de 16 años, quería terminar sus estudios en el Paideuterion, en el colegio donde llevaba desde los 3 años. Allí estaban todos sus amigos y los profesores con los que había crecido. El 7 de julio, un mes después de haber presentado la preinscripción para 1º de bachillerato en Letras mixtas, una llamada telefónica del centro a sus padres truncó sus expectativas: el Paideuterion eliminaba el bachillerato porque, ante la falta de suficientes alumnos matriculados, no era rentable.

Padres de algunos de los estudiantes afectados han expresado a este diario su "decepción" por la decisión adoptada "a última hora" y "solo por una cuestión económica". "Para mi hijo ha sido un trauma y yo me siento defraudada", afirma Julia Osuna, madre de Juan Carlos Cantero. Este periódico ha tratado de contactar durante todo el fin de semana con el director del colegio, Pablo Cidoncha, sin conseguirlo.

Otros profesores del centro, que pidieron no ser identificados, explicaron que para el curso 2008-09 se habían matriculado solo 14 estudiantes para el primer curso de este ciclo, a pesar de que la ESO la habían terminado en el centro medio centenar de alumnos.

NUMEROS ROJOS El centro viene arrastrando cuentas en negativo desde hace dos años. El curso pasado cerró el ejercicio, según siempre las mismas fuentes internas del Paideuterion, con unos 80.000 euros en pérdidas y si hubiera mantenido el bachillerato se habría llegado a los 100.000 euros.

El que los alumnos costeen los estudios, con el pago de 195 euros mensuales, no es suficiente para cubrir los enormes gastos que genera la diversidad de asignaturas optativas que se debe ofrecer y, consecuentemente, profesores que hay que contratar. Así que, "o eliminábamos el ciclo o cerrábamos la escuela", concluye un docente. Este curso se mantendrá 2º de bachillerato, pero se suprimirá también definitivamente el que viene.

Todos los profesores no son de la misma opinión. De hecho la decisión ha generado también cierto malestar entre una parte del profesorado, sobre todo los más veteranos, que consideran que podía haberse aguantado dos años más reduciendo otros gastos del centro hasta que se hubiera podido modificar el régimen del profesorado. Hace dos años trabajaban como autónomos y se pasaron al régimen de cotización general, por lo que el centro hace frente a su Seguridad Social.

"Se podían haber adoptado un montón de medidas antes que eliminar el ciclo, con esta decisión el centro y su prestigio se va al garete", opina uno de los docentes contrarios a la medida, quien destaca el "excelente" nivel que ha conseguido el colegio en bachillerato.

Los alumnos afectados por la supresión del ciclo tuvieron que matricularse la semana pasada con urgencia y fuera de plazo en el instituto El Brocense, lo que supuestamente puede perjudicar su elección de asignaturas optativas. Los padres que se han dirigido a este diario reconocieron la ayuda que en esto había prestado la dirección del centro facilitando los trámites en Educación.

Sin embargo, esto no resta malestar entre las familias. "Nosotros queríamos un colegio privado, así que intentamos matricularlo en el San Antonio. Como todos sus amigos se iban al Brocense, se le vino el mundo encima. No quería ni comer, así que al final optamos por el instituto para que estuviera al menos con sus compañeros", explica Julia Osuna. "Han sido como una familia", apunta la madre de otra alumna que prefiere mantenerse en el anonimato.