Asumir la responsabilidad de la agresión, la culpa y el daño ocasionado, es el primer paso que debe dar un maltratador en su camino hacia la reeducación social. Marta Carvallo, la psicóloga de Medio Abierto de la prisión de Cáceres que coordina el programa de rehabilitación de maltratadores, asegura que casi todos los individuos que llegan a estos programas "restan importancia a lo que ha ocurrido o echan la culpa fuera" y su discurso más habitual es el de que "todas las parejas discuten", que utilizan como mecanismo para excusarse, explica esta experta.

Realidad distorsionada

Así que tienen asumido como algo normal la violencia, dar una bofetada, un puño o una paliza a su novia, su compañera o su mujer. "Son hombres --señala Carvallo-- con una fuerte falta de autoestima, con graves carencias de habilidades sociales para resolver conflictos y escasa capacidad de empatía". Además, apunta la psicóloga, poseen "pensamiento distorsionado de la mujer, que debe complacer, y la violencia, hasta hace poco socialmente legitimizada".

En estas carencias --después de reconocer la responsabilidad del hecho-- son las que se tratan en las sesiones de terapias de grupo, en las que participan entre 10 y 12 individuos. Con ellas se pretende que adquieran recursos para relacionarse en igualdad con las mujeres, que sepan manejar las emociones y técnicas de comunicación que impidan que recaigan y se repita una situación de violencia. "Eso es lo que hay que parar".