El deseo de los fieles de San Blas fue ayer más fuerte que la lluvia. Tras la misa celebrada en su ermita hubo dudas sobre si celebrar o no la tradicional procesión con la imagen del santo. "Es que está lloviendo", decía el párroco de San Blas. "Pero cómo no va a salir", cuestionaban al unísono numerosos fieles que se negaban a marcharse sin cumplir con la tradición de cerrar la anual Romería de San Blas con la procesión en torno a su ermita.

Finalmente se cedió. Los fieles ganaron el pulso a la lluvia y la imagen de San Blas salió de su pequeña ermita y procesionó, aunque eso sí, protegida por un plástico. Le acompañó un nutrido grupo de fieles que, con sus paraguas, dieron al desfile procesional una imagen multicolor.

Con este acto, y la misa que le precedió, misa cantada por el grupo Alborada y presidida por el administrador diocesano, Ceferino Martín Calvarro, con el que concelebraron los párrocos de San Blas y La Mejostilla, se cerraron los diferentes actos programados para la festividad.