Juan Mari Bravo Carrión y Francisco Javier Fondón Bermejo, una pareja homosexual que reside en Jerte, ha lamentado las trabas que les han puesto desde la Federación Sahara Extremadura para que puedan acoger a un niño saharaui este verano simplemente por su condición sexual. La pareja explica cómo hacía tiempo que querían dar el paso de ayudar a un niño que lo necesitara. Una vecina lo había hecho y ellos decidieron contactar con la Federación para tramitar el expediente. En principio les dijeron que sí pese a que Juan Mari incluso les llegó a preguntar si la tendencia sexual entrañaría finalmente algún tipo de problema. Desde la Federación les aseguraron que no habría inconvenientes.

Pero cuál fue la sorpresa de la pareja cuando al día siguiente recibió el siguiente mensaje vía watsapp por parte de una responsable de este colectivo: "Buenos días, hemos estado comentando con la delegación saharaui y nos dicen que os traslademos las gracias por vuestra solidaridad, pero que creen que debido a la cultura de los niños os aconsejan no acoger, pues creen que podríais tener problemas de adaptación".

"¿Cómo pueden denegar algo por ser gay?", se pregunta la pareja. "¿Teniendo 30 niños que necesitan familia, por qué hacen esto?", insiste Francisco Javier sin poder evitar las lágrimas ante lo ocurrido.

La pareja explica que han desistido y que van a contactar con Cruz Roja para ver la posibilidad de acoger a un niño español.

Este periódico ha contactado con la Federación Sahara Extremadura. Su presidente ha dicho que esta misma mañana se emitirá un comunicado al respecto. Quien sí se acaba de pronunciar es José Ramón Herrero, vicepresidente de la Asociación de Saharuis en Hervás, con quien la pareja trató de realizar la tramitación. Herrero explicó que en ningún caso se les había denegado el acogimiento, aunque sí advertido de que desde los campamentos de Tinduf se les podía denegar porque hay padres que por la cultura árabe no quieren que sus hijos sean acogidos por parejas homosexuales. En este sentido lamentó lo ocurrido y animó a la pareja a que continuasen adelante con el expediente. Aclaró que todas las peticiones se elevan a la Dirección General de Infancia y Familia de la Junta y que luego se trasladan a Tinduf que es, realmente, quien tiene la última palabra.