Un delito de sustracción de menores se imputa a la pareja que en agosto del 2004 se llevó por la fuerza a sus tres hijos de entre 1 y 7 años del centro de acogida Julián Murillo, un hecho por el que se enfrentan a 4 años de prisión el padre y a 3 años la madre. Son las condenas que para cada uno de ellos piden tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular, ejercida por la Junta de Extremadura.

Casi dos años después de que el rapto de los menores se produjera, Julio P. B., de 42 años, y Sonia B. J., de 30, se sentarán mañana en el banquillo de los acusados. A él, además del delito de sustracción de menores por el que el fiscal y la acusación piden 3 años de prisión, se le acusa de un delito de amenazas por el que se enfrenta a 1 año de prisión, y de una falta de lesiones por la que se solicita una multa de 610 euros.

Para ambos se solicita además la prohibición de aproximarse y comunicar con sus hijos en 5 años y la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de patria potestad durante 6 años.

La defensa pide para ambos la absolución, por considerar que no son ciertos los hechos que se les imputan y que, por tanto, lo sucedido no es constitutivo de delito.

EL SUCESO Los hechos por los que esta pareja será juzgada mañana en el Juzgado de lo Penal --en un primer momento el juicio se fijó para el 15 de febrero pasado pero se suspendió-- ocurrieron la mañana del 30 de agosto del 2004. La pareja acudió al centro Julián Murillo, donde sus hijos se encontraban al tener la Junta su tutela, "y cuando estaban todos juntos en una sala de visitas les cogieron y emprendieron la huída, lo que intentó impedir un vigilante de seguridad al que Julio agredió con una cadena de eslabones de hierro mientras la esposa sacaba a los niños y les introducía en su coche".

La huída les llevó por distintas provincias españolas hasta que, el 1 de septiembre, fueron detenidos en Avila.