Fiscalía y defensa llegaron ayer a un acuerdo de conformidad sobre la condena a Daniel Cortés, que en la madrugada del 20 de febrero de 2017, tras consumir alcohol, disparó contra su padre con una escopeta mientras dormía. La Audiencia de Cáceres decreta ocho años y seis meses de prisión para Cortés, acusado de asesinato.

La defensa acepta así el posicionamiento del fiscal, una vez que este ha modificado su escrito inicial, en el que pedía diecisiete años de prisión para el joven. La fiscalía acepta rebajar la pena y aprecia como atenuantes la confesión que hizo Daniel Cortés del crimen y el de embriaguez, ya que se comprobó que había consumido alcohol la noche que disparó contra su padre. Sin embargo, se mantiene el agravante de parentesco.

Aunque la fiscalía contemplaba en su escrito inicial tanto los atenuantes como el agravante, no aceptaba rebajar la pena de prisión, punto que aceptó ayer en el acuerdo con la defensa.

Daniel Cortés lleva casi año y medio en prisión, desde que disparó contra su padre el 20 de febrero de 2017. Según declaró el ahora condenado, vivía en el domicilio familiar junto a otra hermana para proteger a la madre, víctima de malos tratos continuados por parte del padre, aunque no constaban denuncias previas. Aquella madrugada de invierno, harto de la situación y bajo los efectos del alcohol, cogió una escopeta, él era empleado de una armería, y disparó a su padre en la cama mientras dormía. Este no compartía habitación con la madre, que estaba en otra estancia en el momento del crimen.

El acuerdo de ayer entre la fiscalía y la defensa evita el juicio con jurado.