Una parte significativa de los terrenos que se ocupan con la nueva urbanización son de especial protección dehesa, según el plan general de urbanismo en vigor en Cáceres, lo que en la práctica imposibilitaría su actual tramitación como Proyecto de Interés Regional (PIR), ya que este puede desarrollarse en cualquier clase de suelo, con la excepción de los terrenos no urbanizables que estén protegidos.

No obstante, en la memoria de ordenación del PIR se considera que es una protección urbanística que no se refrenda por ninguna declaración por parte del ente autonómico. En el estudio de impacto ambiental del PIR se apunta que la repercusión del proyecto es reducida y compatible, no precisándose medidas correctoras.

Los terrenos donde se interviene pasan a ser urbanizables con el nuevo plan de urbanismo, que está en fase de aprobación provisional. Forman parte de una zona de actuación mayor, de 140 hectáreas, con una densidad cercana, de 53 pisos por hectárea, y una altura menor, con un máximo de 5 plantas.