Las minas de fosfatos se abrieron en 1876 y trajeron el ferrocarril a Cáceres para dar salida a las 5.000 toneladas que los cuatro pozos en explotación producían al mes. Curiosamente, aquellas grandes instalaciones vuelven a convertirse hoy en la mejor oportunidad de futuro de Aldea Moret. La recuperación del poblado minero y su arqueología industrial como zona empresarial, cultural, museística y de residencia es la mayor apuesta que se ha hecho por el barrio en décadas.En realidad son cuatro grandes proyectos que se entrelazan en el poblado minero y ocupan una superficie de casi 30 hectáreas. Hace quince años que Placonsa compró a Ercros el poblado y sus aledaños para construir 2.000 viviendas (un buen porcentaje con protección pública). Las obras se han retrasado por problemas jurídicos con el consistorio, pero a día de hoy la urbanización de la zona avanza, ya hay un bloque levantado y otro en ciernes. Los edificios industriales se cedieron al ayuntamiento y centran los tres proyectos restantes. El más avanzado es la recuperación del Embarcadero, gestado por el exalcalde José María Saponi como el Guggenheim cacereño, en alusión a la revitalización que el museo bilbaíno supuso para su entorno. Se adjudicó en el 2003 a Placonsa por 4 millones de euros, pero problemas con la obra, la cubierta, los fondos europeos y el acceso lo han retrasado. Carmen Heras espera abrirlo en el primer trimestre del 2010 tras un desembolso total de 6 millones de euros. Albergará contenidos formativos, biblioteca, agencia medioambiental, parque tecnológico... El tercer proyecto es el Centro de Empresas Innovadoras denominado Garage 2.0, entre los más modernos del país por su estructura y contenido. Aprovechará la gran nave minera frente al Embarcadero para que en su interior puedan asentarse, mediante alquileres baratos, medio centenar de empresas del ámbito de las tecnologías, las nuevas áreas del conocimiento, la creación (arte, cultura...) y la universidad, con zonas comunes para juntas, conferencias o relax. Adjudicado en el 2008 a Anpema por 3,6 millones de euros, Heras también prevé abrirlo en el primer trimestre del 2010. El cuarto proyecto no es menos ambicioso, sino al contrario. El Ministerio de Cultura pretende rehabilitar todo el poblado minero (las casas, el parque, el economato...) con fines residenciales, empresariales, culturales y turísticos. El ministerio también pretende convertir la fábrica de superfosfatos en centro expositivo de recepción de visitantes, con capacidad para albergar otras actividades culturales y un restaurante. El proyecto, incluido en 2004 en Europan, el concurso de arquitectura más grande del mundo, está pendiente de que la Junta, que compró el poblado en 2006 para protegerlo, confirme su declaración como Bien de Interés Cultural. Todos estos proyectos también dependen de un acceso adecuado, que en estos momentos ejecutan Adif, Junta y ayuntamiento. Será un vial de cuatro carriles que dará continuidad a la avenida de la Constitución, vertebrará los distintos barrios de Aldea Moret, enlazará con la carretera de Badajoz y eliminará el último paso a nivel del casco urbano al salvar la línea férrea vías mediante un paso subterráneo.