Para ser un buen «muñidor» de «coumnas o «tribunas» periodísticas, además de tener tiempo, afición por la escritura y sensibilidad crítica para detectar las irregularidades que a simple vista no se ven; hay que tener también buena memoria para no repetir asuntos y argumentos que ya han visto la luz en ocasiones anteriores. Pues, seguramente los asiduos lectores de periódicos, como el «Extremadura»- que es nuestro espejo de la vida local - recordarán las reiteraciones sobre temas públicos que ya suenan a «viejos».

El tan traído y llevado tema de la vida cultural en los círculos sociales de Cáceres, puede sonar un poco a «redoble de tambores» - «mucho ruido y pocas nueces», que diría un castizo - pues, cada cierto tiempo vuelve a salir a las páginas informativas, como lucimiento del Ayuntamiento de turno. Aunque frecuentemente se olviden en su argumentario las secuencias culturales de las Corporaciones anteriores. Algunas realmente relevantes, y no tan lejanas, que hicieron de Cáceres «Capital Cultural de Extremadura»; allá por las décadas finales del siglo XX, cuando se resucitaron modos y formas de progreso en los ámbitos del arte, del teatro, de la música y de la danza. Incluso - recordemos - cuando se dio a las manifestaciones públicas de la Semana Santa Cacereña - hoy tan relevantes y destacadas en el contexto festivo de Extremadura - la solemnidad y belleza de que hoy disfrutan.

Recientemente, entre las variadas «columnas» de opinión y reflexión de este mismo diario, había una dedicada a resaltar la existencia de un «Consejo de Cultura» municipal, creado por el Concejal correspondiente, como novedad resaltable, para coordinar y apoyar todas las iniciativas que en este campo pudieran aportar asociaciones de vecinos, colectivos de dinamización cultural o, incluso, instituciones provinciales o regionales que quisiesen cooperar en este loable propósito.

Al leerlo sentí una íntima satisfacción, comprobando que la ciudad iba lentamente despertando de un largo letargo de varios años; durante los cuales habían casi desaparecido eventos tan atractivos como los desfiles de carnaval - tan brillantes y animados, allá por los años ochenta -; la celebración de «El Canto y la Música en Semana Santa»; la «Primavera Lírica Cacereña» - que tenía lugar en el desaparecido «Teatro Alcázar» -; los inicios del «Festival de Teatro Clásico» en las bonitas plazas de la Ciudad Monumental; el «Festival Folclórico Internacional» que organizaba y dirigía el Grupo «El Redoble», de gratísima memoria. Raíz y motivo de que Peter Gabriel visitara nuestra ciudad y decidiese ubicar en ella, anualmente, el famoso y renombrado Womad (World of Music And Dance), desde 1992. Festival que ya se celebraba en Dinamarca, Suecia, Australia Canadá, USA y otros varios países del Mundo.

Todo ello fue el resultado de un “Consejo de Cultura”, vinculado al Ayuntamiento, en el que participaban varios Grupos de Teatro: «Tierra Seca», «Teatro Estable», C.E.D.R.U.N. (Centro Dramático Universitario) etc. Varios colectivos musicales: Grupo «El Redoble» y el Grupo Municipal de «Canto y Danza», Asociación Musical Cacereña, “Juventudes Musicales”; varias peñas de aficionados al Cante Flamenco y otros colectivos o artistas, cuya huella se hizo notar en nuestra ciudad. Aunque luego fuera barrida por los vientos del desaliento.