Las recientes manifestaciones del portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Cayetano Polo, en las que el centro de sus críticas fue la alcaldesa, Elena Nevado, suenan a que las relaciones con el gobierno local (PP) ya están rotas o a un paso de romperse sin esperar al 20 de abril, la fecha que Ciudadanos dio al gobierno para mostrar avances en compromisos del acuerdo que permitió la aprobación del presupuesto del ayuntamiento de 2017. Cayetano Polo se suele manifestar sin rodeos, en los casi dos años que lleva de concejal ha dado varias muestras de ello, pero el pasado jueves, en su intervención ante el pleno de la corporación local, no ahorró descalificativos contra Nevado y su gestión como alcaldesa de la ciudad.

Polo y Ciudadanos vuelven al discurso crítico con el gobierno local que tenían antes del verano. Entonces el motivo fue, al igual que ahora, la queja de que por parte del gobierno no se cumple con lo pactado, antes fue el acuerdo de investidura y ahora es el del presupuesto, pero el tono actual, mucho más tajante contra la alcaldesa, no se acaba de entender si no hay alguna razón más, ya que aunque C’s tenga que distanciarse del PP para marcar diferencias de cara al electorado y sus acuerdos con el gobierno sean solo coyunturales, una crispación y una tensión continuada no beneficia a ninguno de los dos.

Frente a la crítica de Polo, la respuesta de Nevado es la contención, restarle importancia de cara a la opinión pública porque su gobierno está en minoría y el aliado político más cercano del PP sigue siendo Ciudadanos. El portavoz del gobierno, Rafael Mateos, al que sí se le escucharon críticas a las palabras del jueves de Polo, lo dejó claro el viernes cuando dijo que el gobierno no quiere romper con nadie al contestar a una pregunta sobre la intervención del portavoz de Ciudadanos.

LO OCURRIDO con la operación de crédito con cargo al fondo de impulso económico que el gobierno quería concertar por un máximo de 17,5 millones es un ejemplo de que necesita apoyos. Aunque en los dos años que quedan de legislatura no haya, salvo los presupuestos, grandes decisiones a tomar, el hecho de que para aprobar el crédito en las cantidades previstas inicialmente por el PP se necesitase el respaldo de otro partido puso de relieve que en momentos puntuales el gobierno requerirá de un apoyo y el más cercano sigue siendo C’s, aunque a veces, sobre todo tras las palabras de Polo del jueves, parezca que estén a una distancia insalvable. La necesidad de esa mayoría absoluta para la operación de 17,5 millones parece que pilló por sorpresa al gobierno, aunque si esta circunstancia se hubiese dado hace unos meses, cuando las relaciones entre PP y C’s parecían encarriladas, seguramente podría haberse llegado a un acuerdo.

Si el gobierno local es comedido con Ciudadanos, con el PSOE no duda en la crítica política, al igual que desde el grupo socialista ya se ha dejado claro al PP que un compromiso como el que permitió la aprobación del presupuesto de 2016 fue algo circunstancial y difícil que se repita. El portavoz socialista, Luis Salaya, ya adelantó el jueves al gobierno que no recurra a su partido cuando no sea capaz de llegar a un acuerdo con Ciudadanos. La tercera alternativa del gobierno, acuerdos con CACeresTú, choca con la distancia ideológica entre ambos, aunque se puedan alcanzar compromisos puntuales como el del plan de rescate.