La intermitente lluvia no desanimó a los miles de cacereños que, como cada año, acompañaron a la patrona Nuestra Señora la Virgen de la Montaña hasta la Concatedral de Santa María y que obligó a la cofradía a cubrir la talla con un plástico hecho a medida.

La procesión comenzó sobre las 18.00 horas, con la salida del santuario, momento en el que se produjo el lento descenso hacia Fuente Concejo. Cuatro grupos de 30 hermanos cada uno se encargaron de portar la imagen hasta Fuente Concejo, donde esperaban el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, que acudía por primera vez, y la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, entre otras autoridades civiles y religiosas.

Como manda la tradición, Heras entregó a la patrona el bastón de mando, que simboliza su condición de alcaldesa honorífica durante el novenario.