Llueve sobre mojado en el sector cacereño de las autoescuelas, pero el terreno ya empieza a encharcarse y los profesionales piden a la Administración que estudie una mejora definitiva porque se encuentran con el agua al cuello. La falta de examinadores y la problemática que arrastran vuelve a suponer un freno notable a la actividad de estos negocios, que ven cómo se acerca otro verano de negros nubarrones pero con peores perspectivas que otros años. En concreto, la asociación de examinadores Axetra ha convocado varias jornadas de huelga a nivel nacional para junio y julio, en demanda de la subida de su complemento específico. Las autoescuelas temen que solo en Cáceres puedan quedarse sin examen más del 50% de los alumnos, aproximadamente un millar.

Este bloqueo se suma a la compleja situación que arrastra el sector, que además concentra en verano su mayor actividad, con el 35% del volumen de trabajo de todo el año. «Llevamos mucho tiempo con escasez de examinadores porque no se cubren las plazas de los que se van jubilado. En la provincia cacereña hemos bajado de 12 a 6 en los últimos años, justo a la mitad. Entendemos que la Jefatura de Tráfico de Cáceres no es responsable, pero la Administración general debe proveer ya esos puestos, la situación es muy complicada», explica Francisco García, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas.

Además, esos seis examinadores, que no dan abasto para aliviar las colas de las autoescuelas en los meses más intensos, están llamados a la huelga el próximo verano. El primer paro fue el pasado viernes y a partir del 19 de junio se repetirán cada semana, de lunes a miércoles, hasta final de julio. Afectarán tanto a los exámenes teóricos como prácticos. Pero además, la Jefatura Provincial de Tráfico cerrará un mes por vacaciones como cada año, en concreto del 17 de julio al 15 de agosto.

«En la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) hemos calculado que entre 150.000 y 200.000 alumnos se quedarán sin poder examinarse este verano en todo el país, un millar en Cáceres, porque cada sede tendría solo una prueba en dos meses. Lo que supondría que en agosto tampoco habría posibilidad de evaluar a todos los alumnos, ya que solo nos quedaría la oportunidad de hacerlo durante la segunda quincena, y no tendríamos tiempo material», lamenta Francisco García.

Si la huelga no se desconvoca, algunos de los cinco centros de examen de la provincia cacereña --Navalmoral, Coria, Trujillo, Plasencia y Cáceres-- solo acogerían un examen en todo el verano. «Si tomamos como ejemplo a Navalmoral, solo se puede evaluar a nueve alumnos por examinador, y ello supondría un retraso perjudicial para los usuarios y una quiebra muy importante para las autoescuelas», denuncia el presidente provincial del sector.

UN TEÓRICO EXTRA / Al menos, la Jefatura Provincial de Tráfico ha comunicado a las autoescuelas que realizará durante su mes de vacaciones un examen teórico extraordinario en Cáceres, como en los años precedentes. «Para hacerse una idea de la cantidad de alumnos que tenemos en verano, basta decir que suelen presentarse a esta prueba entre 600 y 700 personas», subraya Francisco García.

El problema es que hay quién necesita el carnet para poder incorporarse a trabajar, para desplazarse... Y además la mayoría de los jóvenes esperan al verano para apuntarse a la autoescuela y conseguir el permiso de conducción. «Un 75% lo hacen en esta época porque cursan estudios. Cada vez tienen menos margen puesto que las universidades han adelantado el inicio del curso a septiembre, antes al menos empezaban en octubre. Algunos no van a poder examinarse», lamenta Francisco García. Esta circunstancia repercutirá al mismo tiempo en las autoescuelas, puesto que muchos jóvenes optarán por no matricularse si no lo ven claro. Y los negocios se juegan un tercio de sus resultados anuales en los próximos tres meses.

«Mientras, las autoescuelas, sin tener responsabilidad en nada y con un verano negro por delante, seguimos pagando todos los seguros sociales, los profesores, los vehículos, los alquileres de los locales... La Administración debería hacerse cargo, por ejemplo liberándonos de la Seguridad Social en las jornadas de huelga porque no nos dejan ejercer nuestro trabajo», recrimina el presidente. Esta situación viene ya rodada. «Muchas autoescuelas están cerrando sus puertas desde hace tiempo, no pueden soportar los gastos, y el panorama que se avecina sería la puntilla al sector», afirma, temiendo perder la mitad de los alumnos en verano.

Estos negocios llevan años clamando por un sistema que les permita hacer su trabajo. Desde verano de 2014, la falta de examinadores provoca que los exámenes sean una vez al mes en cada centro de la provincia. Y desde 2015 la petición de más examinadores al Ministerio del Interior viene siendo reiterada, ya que del sector dependen 450 trabajadores en la provincia cacereña, que cuenta con un centenar de autoescuelas.