Hace poco más de un año un conductor atropellaba en la calle Gran Bretaña de la ciudad a un niño de 10 años que sufrió diversas lesiones y tuvo incluso que ser sometido a tratamiento quirúrgico.

El Ministerio Fiscal calificó los hechos como constitutivos de un delito de lesiones imprudentes y un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, solicitando por ellos para el autor del atropello una pena de 6 meses de prisión y el pago de una indemnización de 9.000 euros a su víctima. Esta misma calificación y penas solicitaba inicialmente el abogado de la familia del menor, pero en el acto del juicio, y en base a las pruebas practicadas, este la modificó en el sentido de calificar los hechos como constitutivos de una falta por imprudencia, no de un delito, y esto es lo que ha resuelto ahora el juez.

El titular del Juzgado de lo Penal número 2 declara en su sentencia a J. M. P. autor criminalmente responsable de una falta de lesiones por imprudencia leve y le condena al pago de una multa de 250 euros, "procediendo, en consecuencia, la absolución del acusado de los delitos que se le imputaban por la acusación pública".

En materia de responsabilidad civil, se condena al pago, por parte de la aseguradora del conductor autor del atropello, de una indemnización de 9.302 euros a su víctima --7.179,74 euros por el importe de las lesiones sufridas por el menor, 2.092 euros en concepto de gastos médicos y 30,35 en concepto de desplazamiento-- más la cantidad que resulte del tratamiento dental del menor según se vaya sometiendo este al mismo.

PROBADO En su sentencia, el juez declara probado que sobre las 17.00 horas del 23 de abril del 2009 el acusado J. M. P. conducía por la calle Gran Bretaña de Cáceres y al llegar a la altura del número 25, "como quiera que no circulaba con la debida atención y el completo deber de cuidado exigible" no se dio cuenta de que por el paso de peatones cruzaba un menor, "al que no pudo evitar atropellar pese a hacer uso de los sistemas de frenado y realizar una maniobra evasiva hacia la izquierda".

A causa del atropello, el niño sufrió policontusiones, fractura del húmero izquierdo y del incisivo lateral izquierdo y hematoma en lengua, para cuya sanidad requirió tratamiento médico y quirúrgico, y de las que tardó en curar 71 días, de los que tres estuvo ingresado en el hospital.

Al conductor le realizó la policía local los correspondientes test de alcoholemia, que arrojaron unos resultados positivos de 0,45 y 0,42 miligramos de alcohol por litro de aire expirado.