Un año de prisión, por un delito de atentado, es la condena que el Juzgado de lo Penal de Cáceres ha impuesto a un vecino de Alía que trató de huir de dos agentes de la Guardia Civil a los que posteriormente intentó agredir.

Todo ocurrió en la madrugada del 15 de septiembre del 2004 en la localidad de Guadalupe. Sobre las 01.40 horas el acusado, J. P. M., de 41 años, circulaba por la plaza de Santa María de Guadalupe cuando al ver un vehículo oficial de la Guardia Civil aceleró alejándose del lugar.

Este hecho "hizo sospechar a los agentes, que iniciaron su persecución, dándole el alto en el kilómetro 2,500 de la Ex-171, momento en que el acusado detuvo la marcha del vehículo para proceder inmediatamente, y una vez que los agentes ya se habían bajado, a reanudar nuevamente la marcha haciendo caso omiso de las órdenes de aquellos".

Se inició una nueva persecución, logrando los agentes interceptarle en la plaza de Santa María, "momento en que el acusado comenzó a proferir frases intimidatorias contra los agentes y cogiendo una garrota del interior de su vehículo intentó agredir a un agente, que logró esquivar el golpe, y, a continuación, se abalanzó sobre él tratando de darle un cabezazo, que también logró esquivar".

Al acusado, que tuvo que ser reducido por la fuerza, se le intervino la garrota, una escopeta de aire comprimido, balines y unas navajas.