La burbuja inmobiliaria cacereña sigue hinchándose sin parar. "Un piso en su justo precio se vende en una semana, como mucho en un mes. Pero un piso muy subido de precio, acaba bajando algo y se vende en tres meses", asegura Francisco Delgado, agente de una conocida agencia cacereña de compra y venta de inmuebles.

Germán Guillén, propietario de otra inmobiliaria, matiza: "Llegará un momento en que en Cáceres habrá exceso de viviendas, pero será a largo plazo. La gente dice que esto tiene que parar, pero no para". Los expertos analizan las estadísticas y sentencian: "Hoy no hay piso en Cáceres que tarde más de tres meses en venderse por muy mal que esté".

Las nuevas promociones, asegura Germán Guillén, se venden sobre plano. "Este verano ha habido un movimiento intenso de familias que llegaban de los pueblos de la provincia con ánimo de invertir", apuntan en Gestión Inmobiliaria Maluquer.

SUBIENDO SIN PARAR

Los pisos no paran de subir. "Yo valoro un piso de 75 metros sin ascensor, garaje ni calefacción en el centro en 10 millones y el propietario lo sube a 16. Y si oriento al dueño de una vivienda, comprada hace siete años por 17 millones en el R66, calculando que la puede vender en 32 millones, él pedirá 39", explica Francisco Delgado antes de reconocer que, tras las contraofertas y bajar un poco, todo acaba vendiéndose.

El frenesí inmobiliario ha convertido algunas calles cacereñas (avenida de Alemania, Gil Cordero, Gómez Becerra, Antonio Hurtado) en un inmenso escaparate de pisos en venta. Hasta 43 agencias se contabilizan en la ciudad. "Pero no son tantas, hay que tener en cuenta que la media en España es de una inmobiliaria por cada 1.000 habitantes y en Cáceres tenemos una por cada 2.000", aclaran en Alfa Inmobiliaria.

La competencia entre empresas está provocando algunos problemas y ya han llegado las primeras quejas a la oficina del consumidor. EL PERIODICO EXTREMADURA ha tenido acceso a diversos documentos que prueban esta situación. Por ejemplo, contratos en blanco firmados por clientes que dejan la venta de un piso en exclusiva en manos de una agencia. "Ese señor ya no puede vender su piso por su cuenta", aclara Francisco Delgado. O contratos donde no se estipulan los honorarios del agente (oscilan entre el 3 y el 4%).

Al sector sólo le preocupa ahora una subida de los tipos de interés o la salida al mercado de decenas de pisos en alquiler situados en el centro.