Corrían los años 20 cuando la ciudad de Cáceres, con poco más de 20.000 habitantes, se asomaba al progreso representado por los incipientes edificios pseudomodernistas que daban forma al eje Cánovas-Calvo Sotelo, y por la creación del primer periódico con vocación regional. Ese mismo enclave y ese mismo diario confluyen casi un siglo después para dar testimonio de la historia de Cáceres desde 1923 hasta la actualidad, a través de una exposición que recoge las portadas más importantes de el Periódico Extremadura, acompañadas de fotografías del Archivo Municipal, muchas de ellas del delicioso fondo Marchena.

La muestra, con 45 paneles de gran tamaño (1,80 x 2 metros), fue inaugurada ayer en el paseo de Calvo Sotelo. Miles de personas ya han podido recrearse en sus portadas y en sus imágenes, que reflejan desde los chiquillos de los años 20 jugando en Santa María hasta la reciente visita de la reina Sofía. «Durante esta etapa en la que internet va hacia arriba y el papel va hacia abajo, aunque afortunadamente se mantiene, queremos reivindicar nuestra historia, queremos sacar el Periódico Extremadura a la calle, decir que llevamos 94 años haciendo información, ofreciendo lo que hemos sido y lo que pretendemos seguir siendo: reflejo de la actualidad de esta ciudad y de esta región», subrayó el director del rotativo, Antonio Cid de Rivera, durante la apertura de la muestra.

La alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, presidió el acto y recordó la trayectoria del diario, «que desde abril de 1923 hasta hoy se ha convertido en una de nuestras señas de identidad, al recoger el devenir de Cáceres y de los cacereños». Por ello, agregó, «pasear por Calvo Sotelo es recordar lo que ha sido la ciudad a lo largo del siglo XX y principios del siglo XXI».

Una amplia muestra que la alcaldesa agradeció al periódico «por su cercanía y por llevar a los ciudadanos el día a día de lo que nos acontece», expresando su deseo de que sean «muchas más las portadas que podamos disfrutar de la prensa extremeña, del periódico de Cáceres, como nos gusta decir a los cacereños». Nevado recordó la medalla de la ciudad concedida al diario en 2013, coincidiendo con su 90 aniversario, e hizo extensiva la invitación a la exposición «para recorrer nuestro pasado y nuestro presente».

La muestra se mantendrá hasta el 1 de mayo, coincidiendo con la Feria del Libro, una de las grandes citas culturales de la ciudad. Cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Cáceres, que además ha cedido excepcionales fotos de sus propios fondos, y con la colaboración de la Central Nuclear de Almaraz, Extrecar Peugeot y Gas Extremadura.

Tras la inauguración, a la que también asistieron los concejales Pedro Muriel (PP), Belén Fernández y Andrés Licerán (PSOE), además de Gema Cortés, actual portavoz regional del PP, comenzó la visita al casi medio centenar de paneles. Por entonces muchos ciudadanos hacían lo propio, reconociendo su barrio, su calle, su casa, su primer Womad, su mejor Carnaval, el día que Cáceres se hizo moderna con la apertura de Eroski, la noche que Cáceres se hizo internacional con la magia del directo de Dire Straits...

Y es que este diario ha sido el incondicional compañero de viaje de los cacereños y los extremeños desde la República, pasando por la Guerra Civil, la Transición, la Autonomía y todos los acontecimientos sociales que ahora se reflejan en las portadas expuestas del decano de la prensa regional. Por ejemplo la transformación de Cáceres con avances como la inauguración de la plaza de San Jorge en 1966 («primorosa, amplia, dorada y espectacular», decía la crónica), la apertura de la actual estación de ferrocarril en 1963, o el anuncio de la construcción de «la nueva cara urbana de Cáceres», ni más ni menos que La Madrila con su «gran complejo deportivo».

La muestra se hace eco de los hechos internacionales más destacados de cada época, como los avatares diarios de la II Guerra Mundial, pero también de las imágenes más entrañables de la vida local como las fotos de Confecciones Terio en 1973 o el mercado franco en Camino Llano allá por los años 80, lleno de aquellas cazadoras vaqueras de rabiosa moda colgadas de los tenderetes.

No falta la visita de Franco a Cáceres con el general Saliquet y Serrano Suñer en 1941, ni la popular procesión de la Vera Cruz y la subida de la Virgen de la Montaña, ambas en 1946, o la llegada del Talgo a Extremadura en 1964, el desembarco de la universidad en Cáceres allá por 1973, la ubicación de la diosa Ceres en el Foro de los Balbos en 1974, las obras del Hospital Virgen de la Montaña en 1980, el golpe de estado del 23-F («Fracasó la intentona de ayer en el Congreso», decía la portada), la multitudinaria visita del Papa a Guadalupe en el año 82, las numerosas recepciones a los Reyes en tierras cacereñas y hasta los fenómenos climatológicos más extraordinarios: la Fuente Luminosa cubierta por la nieve en 1983, la terrible tormenta de granizo de 2010 e incluso un tornado qué en 1985 levantó coches, hizo volar techumbres y dañó edificaciones.

Cáceres de arriba abajo, de norte a sur... Pasen, vean y lean, están en su periódico, están en su exposición, están en su casa.