El nuevo plan general municipal de urbanismo, denominación que la Ley del Suelo de Extremadura concede a los planes generales de ordenación urbana (PGOU), protege 140 inmuebles, estatuas y fuentes situados fuera del casco viejo. Hasta ahora esa limitación sólo afecta al centro histórico, que tiene su plan especial (la normativa que regula el grado de actuación en cada edificio). El nuevo plan general amplía esa protección, aunque con tres niveles que determinarán el grado de cada intervención.

Esos 140 bienes se catalogan con una preservación integral, estructural y ambiental. Si se parte de la regulación que se recoge en el plan especial, en el integral se requiere la protección total de los componentes del edificio; en el nivel estructural se protegen los elementos de composición y ornato, además de los relativos a la estructura y organización interior básica del inmueble; y en el nivel ambiental es necesario mantener los componentes compositivos y de ornato.

El concejal de Urbanismo, José Antonio Villa, citó ayer algunos de los edificios, aunque sin referirse a su grado de protección. Empezó por los dos que son Bienes de Interés Cultural: el chalet de los Málaga, recordó el interés de los dueños por permutarlo con una propiedad del consistorio, posibilidad que el gobierno no descarta, y la plaza de toros.

También habló de los previstos: el banco de España, el edificio de la Seguridad Social en la avenida de España, el edificio de Hacienda, Magisterio, la subdelegación del Gobierno, Maestría, el bloque número 4 de avenida de España (donde estaba la sede de la cámara de la propiedad urbana) y también la casa sindical, un inmueble céntrico del que se se quiere desprender el organismo propietario y cuyas posibilidades futuras estarán condicionadas al incluirse en el catálogo.

Villa se refirió a otro bloque de inmuebles característicos, pero, en principio, de menor valor que los anteriores, como el edificio de la plaza de América donde estuvo la tienda de Sobrinos de Gabino Díez, otro que está en la esquina de Clemente Sánchez y general Yagüe, los bloques sociales construidos en la postguerra, como el de la esquina de Colón y la plaza de Conquistadores (hay otros en ronda del Carmen y avenida de la Montaña), el sanatorio de La Consolación, edificios que están en la esquina de Gil Cordero con plaza de América o los números 42, 44 y 46 de Hernán Cortes, además de casas en barrios como Las 300 o el Espíritu Santos y la Cruz de los Caídos, aunque esto no impediría el traslado del monumento, dijo Villa.

El edil socialista Miguel Hurtado destacó la importancia del catálogo, apuntó que será una de las cuestiones con más alegaciones y abogó por fórmulas que compensen a los propietarios afectados para que esa preservación no sólo recaiga en ellos.