TEtl espíritu de La Machacona (cómo olvidarnos de aquel garito canalla y transgresor de la mejor movida cacereña) volvió el viernes noche a la Sala La Bola, donde una vez más Pablo Pérez de Lazárraga dio la talla (enhorabuena) abriendo su local para la premiére de ¡Cuánta mentira! , el corto dirigido por Nicholas Manga, es decir Marce Solís: agitador cultural en paro cuyo espíritu creativo ha vuelto a brillar, esta vez en la gran pantalla con una cinta donde retrata el mundo gay y lésbico a través de la doble vida de sus protagonistas (LaBotika&Pilar Boyero).

La expectación estaba servida y La Bola, a reventar, aguardaba la llegada de la actriz revelación de la película, musa del director: la siempre ebúrnea y neumática Pilar Boyero. Aunque la peina del pelo era la única referencia coplera de su vestuario, lo cierto es que la tonadillera cacereña acertó cuando, desafiando a sus leyes del estilismo, apareció enfundada en un pantalón negro y un corpiño de pedrería palabra de honor. Y es que la Boyero triunfó al demostrar que para hacer reboleras no le hace falta la bata de cola porque con un pantalón solita se basta. Así que allí estaban todos para verla, hasta Hannibal, su oftalmólogo.

Peinada por Javier Mariscal --"puedo abandonar a todos los hombres menos a mi peluquero y a mi padre" , confesó--, la cantante estaba emocionada. "Es una noche muy especial para mí. Me desvirgo cinematográficamente", aseguró Pi minutos antes de subir al escenario, ante un público que se rindió a sus pies cuando la oyó cantar Te he de querer mientras viva .

Innfernna, transformista de Plasencia aficanda en Cáceres, recibía a los invitados con corbata a lo Vicky Beckham en el hall de La Bola para el photocall . Su interpretación de Europa , de Mónica Naranjo, fue el preámbulo de un show, con Jessica y Mari como maestras de ceremonia y en el que El Bola y JC, las caras del grupo de teatro LaBotika, se llevaron los mayores aplausos. El público disfrutó con los 10 minutos del corto, pero también con la puesta en escena de un Bola con traje de corte Chanel imitando a la alcaldesa, Carmen Heras, en Me teñiré , canción que con música de Resistiré (Dúo Dinámico) conforma uno de los sketchs más divertidos que se recuerdan en la escena cacereña. "Vengo muy cansada de hacer campaña y no me ha dado tiempo a afeitarme. La consejeresa (Leonor Flores) no ha venido, he venido yo" , gritaba El Bola entre aplausos.

NO FALTARON... Y es que ¡Cuánta mentira! se convirtió en un auténtico acto social. Acudieron el pintor Angel Sotomayor y la mismísima Elena Nevado, portavoz del PP, que ha sabido sobrepasar su imagen de chica bien para convertirse en la chica normal y cercana que en realidad es. "Me encanta la noche y la cultura", dijo Nevado, a quien acompañaba la jefa de prensa del PP, Marta Sánchez, a la que nunca le falta una sonrisa.

Allí estaban Angel Romero, promotor de Extremúsika, y su mujer Concha, Pacheco, de Cope, Carmen Gómez, de Cadena 100, el tenor Alonso Torres y la periodista Elisa Blázquez, agudísima en seda roja ("porque el rojo es mi color"), que vino de Salamanca para la graduación de su amiga Nuria y para ver, por supuesto, a LaBotika ("mis amigos, mi grupo, los reyes de la ética").

Sorpresón al toparme con Angel Cepeda, histórico socialista retirado de la vida política y dedicado a sus clases de Lengua y Literatura en el instituto Francisco de Orellana, de Trujillo. Guadalupe Peromingo, periodista, Paco Lobo --con camiseta del fantasma de la ópera, no podía faltar--, y ¡Montaña Malpartida!, la voz de Radio Estudio ¿se acuerdan?, que ahora da clases en La Roca de la Sierra, pronto leerá su doctorado y, lo más grande, tiene una hija de 17 meses. Olé por ti Montaña.

También estuvieron el profesor Chema Corrales y Juan Pedro González, rey del Pop Art: ("Las opiniones son como el culo, todos tenemos uno. Mi opinión es que LaBotika me gusta"). Tampoco faltaron Luis Casero, fotógrafo que prepara una serie dedicada a El Bola, y Rosa, su mujer, con camiseta de Custo, en azul y rosa, regalo de su amigo Dudu.

El concejal socialista Víctor Santiago Tabares, siempre genuino, se sumó a la fiesta ("Cáceres necesita esta transgresión de LaBotika para sacudirse"). También lo hizo el escritor Tomás Pavón (acudiremos el día 4 en Belle Art a la presentación de tu libro, un retrato de los 70 titulado El desván de la memoria ), y los periodistas Jesús Gómez, Sergio Lorenzo o Marisa Núñez y el anticuario Valentín Batalla, fantástico en su interpretación de Mi gran noche .

La gran noche de Pi , de la más pura Botika, y cómo no, de Marce Solís, un Nicholas Manga que el viernes recobró el espíritu de La Machacona, aquel garito inolvidable sobre cuyo escenario corrió el Cáceres que nunca dormía, el de la creación, el arte y la libertad en la época dorada de la movida. Sin duda, todo un placer.