Un homicidio imprudente. Así ha calificado el Ministerio Fiscal el trágico suceso que hace ya casi dos años costó la vida a un joven cazador de 26 años. Ocurrido durante una montería celebrada en una finca del termino municipal de la localidad cacereña de Zarza la Mayor, y para el autor del disparo mortal pide ahora el fiscal una pena de 2 años de prisión.

Aunque en principio se estimaba que se apreciaría exclusivamente un trágico accidente y que el caso sería, por tanto, archivado, finalmente llegará a juicio. La fiscal encargada del caso considera que los hechos que aquel fatídico día ocurrieron son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia del que acusa a Ramón E. L. M., el autor del disparo que ocasionó la muerte a Sergio P. P.

El acusado, que próximamente se sentará en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal de Cáceres, para responder de un delito de homicidio por imprudencia, se enfrenta a 2 años de prisión. Es, como se ha indicado, la pena que para él pide el fiscal, quien también solicita que, "por el fallecimiento de su hijo", Ramón E. L. indemnice a los padres d Sergio P. P con 99.653 euros, cantidad de la que "responderán directa y solidariamente" las compañías con las que el acusado tenía contratado un seguro de responsabilidad civil.

TRAGICO SUCESO Los hechos que han motivado este próximo juicio tuvieron lugar el 15 de diciembre del 2007 durante una montería "debidamente autorizada", y celebrada en la finca Benavente, paraje Los Brasiles, situada en el término municipal de Zarza la Mayor.

Según recoge la fiscal en su escrito de calificación, el acusado ocupaba el puesto número 7, mientras que el 8 fue asignado a J. A. A. M., otro cazador al que asistía como secretario Sergio P. Sobre las 11.30 horas, el acusado, "tras escuchar los disparos efectuados por J. A. A. M. y observar movimiento en la mancha de vegetación situada a unos 50 metros de su puesto, disparó con su arma sin cerciorarse de qué producía el movimiento de vegetación e ignorando qué blanco hacía".

El proyectil que disparó con su arma, un rifle marca Fn Browing y calibre 30-06, "impactó en la cabeza de Sergio P. P. produciéndole la muerte por destrucción encefálica". Al igual que se hace constar que Ramón E. L. disparó sin cerciorarse de qué producía el movimiento de la vegetación cercana a su puesto e ignorando también qué era su blanco, en el escrito de calificación fiscal se recoge también que Sergio P. P. "había abandonado el puesto sin dar aviso".