La sociedad Tuco Gestión de Inmuebles solicita en la alegación que presenta al plan general municipal que la finca La Esmeralda, que está repartida en dos de los nuevos sectores urbanizables, siga como no urbanizable. La petición se basa en que en cuatro ocasiones se quiso variar su calificación en el plan en vigor (no urbanizable) para urbanizar, dos de ellas por la sociedad que alega, y en todas se desestimó por criterios medioambientales.

La argumentación que se utiliza es que si antes no se podía urbanizar, por qué ahora sí, si el terreno es el mismo. Es una de las alegaciones sobre puntos concretos del plan, en este caso afecta a uno de los sectores en suelo urbanizable más grandes, el 1.07 que no está ordenado y no se define la distribución de las edificaciones (la mayoría de la finca está en este sector); y a otro de prioridad uno, debido a que el extremo noreste de la finca, dos parcelas, se incluye en el sector del recinto ferial entre los espacios dotacionales, a pesar de que están separados por la N-630.

La alegación detalla el contenido de informes técnicos en los que se explican las razones por las que se desestimaron las cuatro reclasificaciones propuestas entre 1997 y 2001. En todos se incide en el valor ambiental del suelo al estar situado en la zona del Calerizo. En uno de estos informes se indica que "no existe en todo el término municipal otro terreno con las posibilidades de acumular agua que tiene éste", mientras que en otro se apunta que en el plan en vigor quedó como no urbanizable "en base al frágil equilibrio geológico e hidrogeológico de la zona".

En la alegación se calcula que el ayuntamiento, al incluir la finca La Esmeralda entre los sectores urbanizables, va a otorgar unas plusvalías de unos 600 millones de euros, y que con la transformación en urbanizables de terrenos que, según los informes, deberían protegerse se vulneran preceptos del código penal. Además se añade que el consistorio puede incurrir en responsabilidades económicas.