Uno de los detenidos por su presunta implicación en la red de distribución de speed (una de las drogas de diseño de consumo más extendido) recientemente desmantelada por la Guardia Civil, y para el que el juez decretó prisión provisional, ha solicitado su puesta en libertad. Según ha podido saber este diario, la fiscal que lleva el caso se opone, pero el titular del Juzgado número 1, encargado de esta causa, aún no ha resuelto.

Se trata del malpartideño de 25 años Francisco J. P., uno de los nueve detenidos en esta operación, bautizada con el nombre de percasoles , y que junto con Felipe. C. H., de 30 años, vecino de Arroyo de la Luz al que se considera cabecilla de la red, son los únicos que están en prisión provisional por esta causa.

Para el abogado de Francisco J. P., el letrado cacereño José Luis Fernández Simón, éste "no tiene ninguna implicación en este caso". Por ello, basa su petición de puesta en libertad en el hecho de que "no hay ni una sola prueba que acredite su vinculación con el speed incautado, ni tan siquiera --añadió-- hay nada que le relacione con el viaje a San Sebastián y los coches en los que se incautaron las pastillas".

Además, el abogado que lleva la defensa de este detenido señaló que Francisco J. "no era ninguna de las seis personas interceptadas en los vehículos", y dijo no entender "cómo cinco de los detenidos en los coches están en libertad, mientras que mi representado, que no tiene nada que ver, está en prisión".

En esta operación, como publicó este diario el pasado día 9, la Guardia Civil se hizo con el mayor alijo de speed jamás intervenido en Extremadura (2.000 dosis valoradas en unos 30.000 euros) que los detenidos, de Malpartida de Cáceres y Arroyo, presuntamente distribuían en el entorno de locales de ocio de estos dos municipios, Cáceres y Aliseda. La Guardia Civil, tras una amplia investigación, escuchas y seguimientos, los detuvo el 28 de mayo en la N-630, cuando regresaban a Cáceres desde San Sebastián, donde supuestamente habían adquirido la droga.