Las dos viviendas experimentales que se construyen en el polígono de Las Capellanías permitirán comprobar cómo se comportan distintos materiales y criterios constructivos en las diferentes épocas del año y ver así cuáles son los más adecuados, con el propósito de que se apliquen en el futuro aquellas que permitan ahorrar energía. "Tenemos que ser conscientes de que es necesario incrementar la calidad en la construcción de las viviendas. Y esa calidad debe venir encaminada por todo lo que se refiere a la mejora y eficiencia energética", señaló ayer el consejero de Fomento, José Luis Quintana, en la inauguración de unas jornadas sobre estrategias de eficiencia energética. Están inspiradas en el proyecto EDEA una iniciativa de la Junta de Extremadura cofinanciada por la Unión Europea con la que se pretenden desarrollar sistemas constructivos que permitan consumir menos energía.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 2,3 millones, con los que se están construyendo estas dos viviendas, estructuralmente idénticas, con las mismas dimensiones y exacta orientación, aunque con criterios diferentes, porque el objetivo es ver cómo se comporta cada una de ellas ante diferentes factores atmosféricos. Ambas permanecerán vacías para que los hábitos del hombre no interfiera en el comportamiento de los materiales.

La vivienda patrón, es un piso tradicional construido de acuerdo a los parámetros que establece el código técnico de la edificación. Las novedades se introducen en la vivienda experimental. Entre ellas Quintana destacó que se ha actuado en la cubierta por una parte con cubierta vegetal y por otro con cubierta ventilada, se le ha dotado de ventilación natural a través de una chimenea solar y otra térmica y se han aplicado nuevos tratamientos experimentales en la fachada para minimizar la pérdida de calor en el interior en invierno y el aumento de la temperatura en verano. En cuanto a las instalaciones se ha dotado también de un sistema que permite mantener la temperatura en el edificio tanto en verano como en invierno.

En ambas viviendas se han colocado unos sensores que permitirán estudiar el comportamiento de las dos construcciones. Estarán terminadas en el mes de junio y arrojarán los primeros datos comparativos un año después. Por el momento solo hay informes teóricos de cómo se han aplicado las nuevas tecnologías en esa vivienda, y unos simuladores teóricos que después se compararán con los datos que arrojen ambas construcciones.