Poco antes de cumplir los 14 Piti Hurtado tomó prestada de su hermana, la periodista cacereña María Hurtado, una cinta recopilatoria del directo de Sabina y Viceversa. A María le encantaban Sabina, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, así que Piti heredó de su hermana esa pasión por los cantautores que días después lo llevaría a un concierto de Sabina en la plaza de toros con Carlos Mardones y con Carlitos Verbena hijo, también conocido como El Chapas. Se colocaron en primera fila y hoy, cada vez que suena Cuando era más joven o Rebajas de enero , Piti rememora aquella noche mágica que conservará para siempre en su memoria.

Piti es un Hurtado, una de las familias más conocidas de esta ciudad, tanto que en los años 40 solo había tres coches en la avenida de la Montaña, uno el de don Pedro Ledesma, otro el de Dámaso Gordo y el tercero, el de los Hurtado.

Piti nació en el sanatario de la Virgen de la Montaña, donde los cines, aunque él, la verdad, no es muy cinéfilo. Su padre, Manuel Hurtado, empresario de Inquex (¿se acuerdan?); su madre, Isabel, de Pérez Modas de la calle Pintores (¿también se acuerdan, verdad?); su tía, Mari Carmen Hurtado, la de la ortopedia de Gómez Becerra, famosa por ese muñeco de su escaparate con pinta de autómata (seguro que lo han visto alguna vez); y su barrio: La Madrila de 1974, donde jugaba con... ¡¡¡atención!!!! Nacho, de Gran Hermano 1, el médico que era novio de Vanesa (sí, la del famoso jo-de-té , jo-de-té ).

También jugaba con Alberto, y con Emilio Morato, y Miguel Casero y Alberto Gómez Saucedo, Gominolo. ¿Gominolo? Sí, es que Piti ha sido siempre muy ocurrente para lo de los motes. "Era muy raro el que no tenía un mote". El mote de Piti era Piti, porque Piti en realidad se llama Juan Manuel, como su padre, pero se quedó con Piti porque cuando era pequeño estaban de moda unos muñecos que se llamaban Los Pitirolos, que a él le gustaban mucho.

Estudió en el San Antonio, con Paco Quico, con Tache y todos los demás. Por entonces Piti era un muchacho tímido, muy bajito y con acné, accesorios de serie que lo hacían introvertido. Sin embargo, el San Antonio lo ayudó a abrirse al mundo, a apasionarse por los amigos y por los afectos. Y en ello tuvieron mucho que ver las señoritas Elo y Juani Terrón, que eran como unas segundas madres, que ayudaban a los alumnos a sentirse bien, y Joaquín Municio, el de Lengua, y Antonio Serradilla, y el Drácula, que daba Latín y Griego, y Antonio Arévalo, que quería hacer suyos a quienes, como Piti, estaban en el reverso tenebroso de Pachi, nuestro siempre recordado padre Pacífico, que enseñó a sus alumnos a vivir con intensidad, con libertad, con valores, compañerismo y valentía.

El jueves vimos a Piti en la fiesta de presentación del Cáceres 2016 de baloncesto, equipo del que es entrenador. Piti llegó al baloncesto porque cuando era niño le regalaron un balón de reglamento y un minuto después de estrenarlo, un balonazo colocó la pelota en la imprenta de Tomás Rodríguez. Piti nunca pudo recuperar aquel balón recién estrenado. Ese trauma infantil y el entrar en un colegio donde en cada esquina había una canasta y solo dos porterías de fútbol lo llevaron a vivir el baloncesto con auténtica devoción.

Gran Hotel Don Manuel

Por eso la fiesta del basket no podía celebrarse en otro lugar que no fuera el Gran Hotel Don Manuel (tampoco olvidamos a Manuel Acosta), un 4 estrellas levantado sobre los muros del que fue el colegio más emblemático de esta ciudad.

Nos gustó mucho como maestra de ceremonias Laura Alcázar, la cara periodística del 2016, y por supuesto Jorge García, Jordi para todos, jefe de prensa del equipo, nuestro queridísimo sobradete .

Vimos al arquitecto Emilio Pizarro, que se ha mudado a Macondo, donde ha establecido su casa y su estudio. "Para ir a trabajar solo tengo que subir 16 peldaños". Suerte Emilio. También vimos a ¡¡¡¡Felipe Vela!!!!, cuyo vitae está íntimamente ligado al baloncesto. Hacía mucho que Felipe no se dejaba ver, pero ahora, en la segunda parte de la legislatura, Felipe dice que se prodigará y promete ser "exactamente igual de malo que he sido estos seis años anteriores".

Fernando Solís, subdelegado del Gobierno, tiene ese aire de los políticos del Cáceres de siempre, así que aunque nunca haya jugado al baloncesto, no quiso perderse un sarao en el que no podía faltar Elena Nevado, que como era de Las Carmelitas hizo COU en el San Antonio, igual que Cristina Jiménez, Teresa Bravo, Cristina Izquierdo o Eva Berrocal. Iban al Duque, al Extremeño, a Los Toneles. ¡Qué tiempos aquellos Elena PP!.

Carmen Heras tampoco faltó. Y nos dió una exclusiva: "Si el Cáceres vuelve a la ACB me baño en la Fuente Luminosa", dijo aireándose con un abanico lleno de girasoles de Van Gogh, porque a nuestra alcaldesa le gustan los pintores impresionistas. "Alcaldesa, es que los socialistas son ustedes todos muy cultos". "Sí, somos todos unos culturetas".

Luego están los que ponen la pasta: Eduardo Chacón, de Conyser, siempre tan cercano, Pedro Núñez, de Hormigones Núñez, José Antonio Alvarado, de Cristalería Alvarado (nos alegra mucho verte tan recuperado), Abelardo Martín, de Iniexsa, y Pilar Acosta, de Viassa, recién llegada de Santo Domingo donde ha estado trabajando. Iba de verde, espectacular y elegante.

Elegante también Maritina Guisado, que es la mujer de Luis Acha, de Caja Duero-Fundación Mercedes Calles. Maritina (nos gustaron mucho sus sandalias) es licenciada en Educación Físcica y da clases en la Universidad Laboral desde que terminó la carrera. Maritina sabe que el deporte es muy importante para el desarrollo de los alumnos. Y si no que se lo pregunten a su hijo Luis que con 15 años ya juega en la cantera del Cáceres.

También acudieron Paco Hurtado, de Amigos de Pacífico, y Angel Marcos, del Cacereño. Nos alegró mucho ver a Juan Carlos Fernández Rincón, que estudió toda la vida en el San Antonio, fue ala pivot, estuvo en el San Fernando y en el equipo que tenía la Academia General Militar. Rincón es un crack, militar, secretario de la Peña El Garbanzo y ahora promete organizar un cocido con la gente del baloncesto. Allí estaremos.

Y mientras la noche se alarga en Teeboo, el pub más in de La Madrila Alta, nosotros nos resistimos a creer que Cáceres se quedó en Manolo Flores, en Tatiana y Paraíso. Por eso miramos con esperanza a Juan Sanguino, a Lucio Angulo, a Piti... para que nos saquen del sueño roto de la ACB y recompongan aquel bulevar del pabellón de la Ciudad Deportiva donde Jordi Freixanet nos llenó de placer, como Sabina en la Era de los Mártires.