Conseguir un empleo no siempre depende de factores directamente relacionados con la formación o la experiencia. A veces las personas necesitan más recursos y refuerzos en otras facetas de su vida para obtener unas competencias básicas y encontrar un trabajo que les permita mantenerse a sí mismas y a sus familias. Incluso en ocasiones tienen que aprender a realizar esa búsqueda. Conocedores de estas circunstancias, el Ayuntamiento de Cáceres y la Junta de Extremadura han sacado adelante un convenio que se desarrollará en Aldea Moret durante tres años, para proporcionar apoyo y formación en todas las esferas de la vida a los vecinos que tienen más dificultades, a fin de lograr su inserción laboral. También se trabajará en la mejora de la convivencia dentro de los bloques de ciertas zonas, una faceta básica a la hora de tener un contexto normalizado y afrontar un trabajo.

«Este proyecto, que lleva por nombre Crisol (Crecimiento e Inserción Sociolaboral), pretende llegar a unas 300 personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, especialmente a mujeres, jóvenes sin cualificación profesional y a personas mayores de 45 años», explica la concejala de Accesibilidad, Asuntos Sociales y Mujer, Marisa Caldera, a su vez responsable del Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS). La Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta de Extremadura financia el programa con 392.714 € durante tres anualidades: 92.000 € para el año 2017; 150.000 € para 2018; y 150.000 € para 2019. Será ejecutado a través del IMAS, cuyo personal desarrollará los contenidos a partir de septiembre de 2017 y hasta diciembre de 2019.

ASÍ FUNCIONARÁ / La atención integral que se quiere dar al ciudadano hará que el programa conjugue diversas acciones. «Por un lado, supondrá un respaldo a la inserción laboral, dirigida a facilitar a la población de la zona habilidades sociales y prelaborales, que permitan su desarrollo personal y social así como el acceso a recursos sociolaborales normalizados, para hacer posible su inclusión en el mercado de trabajo», señala la concejala. De hecho, el Sexpe les ofrecerá cursos formativos orientados al empleo. Pero también se pretende la inclusión social de estas personas, tan necesaria para encontrar un trabajo. Por ello, el plan incorporará acciones sociocomunitarias, de mediación social, de resolución de conflictos convivenciales y vecinales, de promoción de valores de igualdad de género, y de respeto al entorno y al medioambiente más cercano.

En suma, este proyecto desarrollará medidas específicas de intervención para conseguir la entrada en el mercado de trabajo de la población más vulnerable de Aldea Moret, una zona que presenta altos índices de pobreza y exclusión social, y que por tanto necesita propuestas de revitalización. De hecho, Crisol se centrará en la detección de personas en situación de riesgo, diseñará y pondrá en marcha itinerarios para que cada una de ellas consiga un desarrollo efectivo tanto en el área social como laboral, les ofrecerá un acompañamiento y un seguimiento profesional a lo largo de todo el programa, les enseñará destrezas para desenvolverse con mayor normalidad, y les orientará hacia oficios en los que puedan tener un futuro.

Además, sus casos estarán coordinados con los servicios sociales educativos y laborales para esa atención integral que les permita tomar las riendas de sus vidas.

VALORAR su hogar / Paralelamente, y dentro del mismo programa, se realizarán labores de amortiguación de conflictos vecinales y de fomento de valores, porque partiendo de un refuerzo en las actitudes personales y sociales, necesarios en muchos casos, se podrá iniciar el camino hasta encontrar un empleo. «Vamos a trabajar en las comunidades, en todos los bloques de Aldea Moret que lo necesitan para normalizar la convivencia y ayudar a introducir normas de comportamiento que favorezcan unas relaciones correctas, que los inquilinos sepan cuáles son sus derechos y cuáles sus deberes, a fin de que se sientan dueños de sus propias viviendas, trabajen por ellas y las mantengan en buen estado», indica la edil.

Para este programa se contratará a educadores sociales que trabajarán directamente en el barrio con los vecinos, junto a los profesionales del IMAS. Las instituciones esperan que se cumplan las expectativas, ya que la entidad bancaria Liberbank subvencionó el pasado año un primer programa similar, con 280.000 euros, «cuyos buenos resultados han motivado este nuevo proyecto», señala Marisa Caldera.

Las acciones se centrarán mayoritariamente en una zona del barrio con necesidades especiales. «En general Aldea Moret es un barrio muy bonito, personalmente tengo familia y amigos viviendo allí y merece la pena luchar por los vecinos y con los vecinos. Nunca he tenido una mala experiencia», subraya la concejala.