El 48% de los envases de vidrio que utilizan los ciudadanos se canalizan a través de la hostelería, bien al consumir un refresco en un bar, bien al tomarse un vino en un restaurante, o bien al pedir una botella de agua en un hotel. La asociación nacional Ecovidrio, que pretende que en el 2008 se recicle el 60% de todos los envases según marca la ley 11/1997, sabe que este sector es crucial y ha decidido ponerle las cosas muy fáciles para lograr su objetivo. El colectivo, sin ánimo de lucro, acaba de iniciar una campaña en Cáceres a la que pueden adherirse voluntariamente los 675 negocios de hostelería que tiene la ciudad. Recibirán contenedores especiales y tendrán nuevos iglús verdes en las calles para facilitar el vertido.

El proyecto se encuentra en fase de pruebas en el casco histórico, donde muchos locales ya cuentan con estos pequeños contenedores que caben incluso debajo de la barra, de fácil manejo y ubicación. Los hosteleros se muestran de momento muy satisfechos. En el resto de la ciudad se está realizando una macroencuesta por todos los establecimientos, a los que se entrega material informativo y una carta del alcalde. "Todavía no hay resultados, pero seguro que serán positivos. De hecho, los mismos negocios nos reclaman más contenedores y medidas de este tipo. La gente se conciencia", explica Jesús Morán, director de operaciones de Conyser, empresa que hará viable la campaña junto con el ayuntamiento.

Los locales que se sumen al programa recibirán gratuitamente los contenedores que necesiten. Al mismo tiempo, en las calles se instalarán iglús especiales para que los negocios viertan dichos contenedores una vez llenos. "Se denominan vacri y llevan puertas superiores que el hostelero puede abrir con una llave que le entregaremos. Incluyen un sistema que facilita el volteo sin esfuerzo", subraya Morán.

El número de iglús dependerá de los establecimientos que colaboren (salvo en el casco histórico, donde la mayoría de la recogida es directa). Además, su instalación permitirá retirar algunos iglús ordinarios (los de boca redonda) y reubicarlos por el resto de la ciudad. "Los particulares también colaboran y nos piden más unidades cerca de sus viviendas, así lo haremos", señala el responsable de operaciones.

4 KILOS POR HABITANTE De este modo se pretende elevar el porcentaje de reciclaje, que va en aumento. En el 2005 se recuperaron 359.180 kilos de vidrio a través de los 186 iglús ubicados en la ciudad, lo que supuso una media de 4 kilos por persona.