Jose, Igor y Alba, todos de 11 años y alumnos de sexto de Primaria en el colegio Moctezuma, han aprendido que con el fuego no se juega. En un incendio deben cerrar puertas y salir cuanto antes de casa. Hablan de la Play mientras escuchan a Juan Pastor, jefe de guardia de los bomberos y encargado de explicar ayer a su clase qué hacer para prevenir un fuego y actuar en caso de encontrarse con uno. Es el estreno de la campaña Aprende y juega con los bomberos , organizada por la Diputación de Cáceres y que llegará hasta final de año a 191 centros educativos y 68 residencias de la provincia.

Con un presupuesto de 60.000 euros --53.000 de fondos europeos del programa Interreg III A--, este proyecto pionero formará a más de 12.000 alumnos de Primaria y a 3.500 mayores, con la participación de 63 agentes del Sepei (Servicio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios), según explicó ayer el presidente provincial Juan Andrés Tovar durante su presentación en el colegio Moctezuma. "Es una campaña importantísima por la posibilidad de que se salven vidas humanas", subrayó. Como complemento se distribuirán entre los destinatarios 5.000 maletines de material escolar, con los que podrán aprender de Koke , el simpático dragón-bombero que sirve de mascota en la campaña.

Pero con lo que realmente disfrutaron los niños fue con la demostración de cómo actúa un bombero. En un simulacro en clase, y tras haber activado un detector de humo, las luces se apagaron y un agente del Sepei irrumpió en el aula perfectamente equipado. Iba agachado, con la máscara de aire y la bombona de oxígeno a la espalda, casco homologado, chaquetón y transmisor. Una alumna pudo comprobar delante de sus compañeros cuánto pesan los elementos que lleva un bombero.

Actividad formativa

Sin embargo, la importancia de la campaña quedó patente posteriormente con los consejos que recibieron los alumnos a través de diapositivas y de un vídeo en el que se mostraba cómo en pocos minutos un pequeño fuego se transformaba en un incendio de grandes proporciones. Llamar al 080 o al 112, no olvidar sartenes en la cocina o enchufar varios aparatos eléctricos en la misma toma fueron algunas medidas sobre prevención. Para un incendio, conservar la calma, olvidarse de buscar las llaves y salir de la vivienda cuanto antes, sin utilizar los ascensores y cerrando puertas.

La experiencia se completó con otras recomendaciones en caso de tener que evacuar el centro escolar, para lo que hay que seguir siempre las instrucciones del profesor, y no correr para evitar tumultos. Los alumnos pudieron comprobar por último cómo funciona una autobomba ligera, estacionada en el patio del centro y atendida por varios agentes. "Nos gusta más la prevención que apagar fuegos", apuntó el bombero que hizo las veces de profesor. Ahora solo falta que no lo olviden por si acaso.