Hoy es el día del Padre. Felicidades papás. Este evento, promovido a nivel comercial, se ha hecho muy popular. Recordemos que expresamente se celebra hoy por coincidir con la festividad de san José, esposo de la Virgen María y PP de Jesús --o sea, padre putativo--. Con todo, desde 1935, también se celebra en esta jornada el Día del Seminario.

Cuando iniciaba mis años de seminario mayor, allá por la década de los 90, éramos en España unos tres mil seminaristas. Hoy hay algo menos de la mitad: en total 1260. Ya entonces se hablaba de la escasez de vocaciones y de la falta de sacerdotes para atender todas las realidades diocesanas, aunque no eran muchos los que debían atender como máximo dos pueblos. Ahora la edad media de los sacerdotes supera los 70 años y en la mayoría de los casos un sacerdote debe atender 3, 4, incluso 5 pueblos.

Los pocos seminaristas que hay en la Diócesis de Coria-Cáceres, algunos ya cercanos a la ordenación sacerdotal, son conocedores de esta realidad. Les admiro, son realmente valientes y todo un ejemplo para aquellos jóvenes que se puedan sentir llamados. ‘Apóstoles para los jóvenes’ es el lema de la campaña del día del seminario este año.

Que los jóvenes son llamados, e incluso los niños también, sigue siendo un hecho. Para muestra, tres botones:

Marcos, 12 años: «Yo quería estudiar fuera, había un seminarista de mi pueblo que me habló del seminario y, además, mi padre estaba trabajando en las obras de remodelación del edificio».

Manu, 16 años: «Las monjas de mi pueblo, como iba a catequesis y a misa, me dijeron si quería ir al seminario y me pareció buena idea».

Piero, primero de Bachillerato: «Los seminaristas que estaban en mi pueblo me hablaban bien del seminario y que era algo distinto. Yo no me lo había planteado, pero me gustó la idea, se lo dije a mis padres y aceptaron».

«La mies es mucha, los trabajadores pocos…» (Mt 9, 35-38).