La Delegación del Gobierno en Extremadura salió ayer al paso de la petición de la Estación de Autobuses de Cáceres para que incremente la vigilancia policial en el recinto con el objetivo de frenar las prácticas de cruising --sexo en lugares públicos-- en los baños y la mendicidad, confirmadas ayer en este diario por la gerencia y trabajadores que operan en la estación.

Aunque Eduardo Hernández, gerente de las instalaciones, esgrimió que "la competencia del libre acceso de los ciudadanos a los servicios públicos la tiene la Delegación del Gobierno y su herramienta son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", el órgano gubernativo le devolvió la pelota al asegurar que es responsable de la seguridad en su interior. "Puesto que la estación de autobuses es un edificio público gestionado de forma privada, el trabajo de la policía debe ser controlar en todo momento la inseguridad o control de delitos, pero lo que corresponde al ámbito interno de la propia estación debe ser gestionado por la seguridad de la propia estación", subrayaron fuentes de la delegación.

En este sentido, recordaron que "el Cuerpo Nacional de Policía acude periódicamente a la estación, poniendo especial énfasis en las patrullas que se organizan durante las horas de mayor afluencia de usuarios". Entre las labores policiales, aludieron "a la lucha contra la inmmigración ilegal, labores de información del Estado, trabajos antiterroristas o de seguridad ciudadana, entre otras muchas". A pesar de ello, reiteró que "la presencia policial es continua" y que "siempre estarán a disposición de la seguridad de la propia estación cuando lo requiera".

Por su parte, la Concejalía de Seguridad Ciudadana indicó que las competencias de orden público son de Policia Nacional, aunque se mostró dispuesta a participar con agentes en un dispositivo conjunto.