El macrobotellón convocado anoche en la plaza Mayor no se celebró. El fuerte control policial y la lluvia contribuyeron a que la convocatoria para lograr el botellón más grande de España se quedara en agua de borrajas. Al cierre de esta edición la calma era absoluta en la plaza y en las inmediaciones, sin que se hubieran registrado incidentes.

La Policía Nacional desplegó cinco unidades antidisturbios procedentes de Valladolid, que estaban apoyadas por al menos cuatro patrullas de la policía local y una ambulancia de DYA. Hasta la zona se desplazó también la plana mayor del Cuerpo Nacional de Policía, encabezada por su jefe superior en Extremadura, Eusebio Escribano, y el comisario cacereño, Jesús Expósito para supervisar el dispositivo, integrado por medio centenar de antidisturbios y "sus reservas correspondientes", según detallaron fuentes policiales.

ESCASA AFLUENCIA El operativo especial, activado desde primera hora de la tarde, se preveía mantener toda la noche para disuadir a los jóvenes que intentasen acceder a la plaza Mayor con bebidas y frustrar con ello el macrobotellón , que el pasado fin de semana se saldó en otras ciudades con importantes disturbios, daños materiales en mobiliario público, 70 heridos y 80 detenidos. La policía confiaba en que la madrugada transcurriese con tranquilidad en Cáceres.

A medianoche varios grupos se dirigían hacia la plaza con bolsas de bebidas, sin embargo este no era punto de destino, sino que pretendían realizar el botellón en pisos particulares y en otros lugares que no quisieron desvelar, según explicaron a este diario. La plaza Mayor fue durante años referente para los cacereños como sede del botellón , hasta que lo prohibió la Ley de Convivencia y Ocio.

También a esa hora muchos jóvenes deambulaban por la plaza sin bebida, pendientes de lo que pudiera ocurrir. A los efectivos destacados en la plaza, se sumaban unidades de policía local y Nacional que vigilaban el trayecto que separa a ésta y la plaza de América (Cruz de los Caídos), de donde arranca la línea de autobuses urbanos que lleva al ferial y donde también había presencia policial. Igualmente se mantuvieron controles en torno a los puntos de venta de bebidas alcohólicas de la ciudad.

EL FERIAL A media tarde el ferial estaba prácticamente vacío, a pesar de que se esperaba la celebración de la fiesta de la primavera, que la lluvia se encargó de abortar y sólo varias pandillas de jóvenes se atrevieron a encarar al mal tiempo. Sobre las 22.00 horas la presencia era más numerosa y todos se resguardaban en el porche del quiosco del recinto.

La afluencia en torno a los establecimientos de venta de bebidas y grandes superficies era casi nulo a primera hora de la tarde y sólo se veían pequeños grupos con bolsas cargadas de botellas. Este panorama fue cambiando según avanzaban las horas y el número de personas que se aprovisionaban para celebrar el botellón fue creciendo considerablemente.

Asimismo, se habilitó el servicio de autobuses que normalmente se pone en marcha los fines de semana para que los jóvenes se desplazaran al ferial y, según fuentes municipales, todo estaba listo para sacar a la calle los vehículos de apoyo necesarios en función de la demanda.

LA LLAMADA La convocatoria para la celebración de un macrobotellón en la plaza Mayor, donde no está autorizado consumir bebidas alcohólicas, inundó hace semanas los correos de los jóvenes cacereños, que a través de internet y mensajes a los móviles fueron convocados para batir el récord de los botellones más grandes celebrados hasta ahora en otras ciudades españolas, como Sevilla, Granada, Salamanca o Barcelona.

Este diario sondeó esta semana a los universitarios en el campus. La opinión mayoritaria entre los que se disponían a celebrar el botellón era que se acercarían hasta la plaza para comprobar qué ocurría entre las personas que quisieran acceder con bebidas y la policía y, dependiendo de ello, se sumarían o no a la convocatoria.

Por su parte, varios colectivos juveniles de la ciudad, responsables políticos y hasta el propio alcalde de Cáceres, José María Saponi, han apelado durante los últimos días a la responsabilidad y sensatez de la juventud cacereña para instarles a que no secundaran el macrobotellón en la plaza y que, como obliga la ley, lo celebraran en el ferial.