Alvaro Pérez tiene 19 años y está convaleciente en una cama del complejo hospitalario cacereño. "Al menos puedo contarlo. Si no hubiese llevado el casco, creo sinceramente que habría ocurrido lo peor". En la noche del pasado sábado, mientras circulaba con su ciclomotor scooter por la avenida de España, el joven fue arrollado por el conductor de un turismo que se dio a la fuga y ni siquiera aminoró la marcha para interesarse por el estado de la víctima, tendida en el suelo.

"La policía está buscándole y espero que lo encuentre, porque me ha metido en un buen problema", explicó ayer a este diario desde su cama de la sexta planta, donde se recupera de una operación y asegura que le duele todo el cuerpo. Los hechos sucedieron a las once de la noche en Cánovas, en dirección hacia la calle San Antón. "Yo iba por un carril y vi que el coche que circulaba a mi lado empezaba a meterse en mi trayectoria sin intermitente ni aviso alguno. No pude evitar el golpe y caí al suelo. Me encontraba bastante mal, pero lo vi alejarse y pude observar que se trataba de un Daewoo Lanos azul oscuro, aunque no distinguí la matrícula. Debe tener un golpe", relata.

El joven fue auxiliado por un conocido que telefoneó de inmediato al Servicio de Urgencias y Emergencias 112. La ambulancia lo trasladó al Hospital San Pedro de Alcántara, donde se le diagnosticaron dos fracturas en un brazo (el radio partido a la mitad y la cabeza del cúbito), por lo que ha tenido que pasar por el quirófano. Además, presenta heridas en la cara y en el hombro, y golpes por todo el cuerpo.

UNA MOTO PRESTADA Alvaro trabaja como repartidor de publicidad y el sábado, cuando ocurrieron los hechos, se disponía a volver a su casa para cambiarse de ropa y dar una vuelta. "Iba en el ciclomotor de una amiga, y ése es otro problema, porque si el conductor no aparece creo que tendré que correr con los gastos y la scooter ha sufrido bastantes daños. Estoy indignado, no sé como la gente puede actuar así", lamenta.