Frenar a los infractores. Ese es el objetivo que se ha marcado la policía local con la puesta en marcha de una campaña que inició el pasado mes de junio para acabar con "la gran alarma social" que se había creado en la ciudad por culpa de quienes no cumplen la normativa de circulación, según indicó ayer a este diario el jefe del cuerpo de seguridad, César García González.

El año pasado se efectuaron un total de 47 controles, en los que se revisó la documentación de 2.042 vehículos, de los que más de 500 fueron sancionados. La mayor parte de las denuncias se han efectuado porque los conductores no tenían sus papeles en regla. Muchos de ellos circulaban sin seguro o sin el casco reglamentario, en el caso de los ciclomotores. Incluso se dieron circunstancias en que algunos infractores no tenían carnet.

García explicó que a lo largo de este año la campaña continuará desarrollándose. Sólo el sábado por la noche se dispuso un control y se inspeccionaron un total de 49 vehículos, según indica el parte de incidencias de la policía. Pero los controles no sólo se realizan de noche, se hacen en diferentes horarios y en distintos puntos de la ciudad, comentó el jefe de la policía local, que recordó que durante la mañana de ayer se efectuaron en la avenida de Primo de Rivera. "Los agentes se colocan en unos emplazamientos determinados y se efectúan paradas de forma aleatoria", explica García.

Con la puesta en marcha de esta campaña, a la que antecedió un periodo de información previo, la policía consigue evitar los accidentes en la ciudad y controlar especialmente a los motoristas que circulan de espaldas a la normativa vigente.

DEPOSITO MUNICIPAL En el caso de que tras el control el conductor no tenga sus documentos en regla, se efectúa la denuncia y se retira el vehículo al depósito municipal. Si es así el propietario del vehículo deberá pagar la multa y los días de permanecencia del coche en el depósito. La tarifa por este concepto es de 1,20 euros por día para motos y ciclomotores y 2,40 para el resto de los vehículos sancionados.

En los últimos años el ayuntamiento cacereño ha establecido algunas medidas para garantizar la seguridad en las vías urbanas de la ciudad. En este sentido también se han intensificado las medidas para frenar los excesos de velocidad, como ocurre con el radar móvil, cuyos paneles informativos están instalados en las siete vías de entrada a la ciudad --desde Mérida, Plasencia, Valencia de Alcántara, Trujillo, Medellín, Casar y Monroy--.

Las sanciones por radar se imponen a quienes superan en 11 kilómetros la velocidad permitida. Los infractores deben pagar multas de entre 140 y 150 euros. Igual que los controles de documentación, el radar se sitúa de forma aleatoria por la ciudad.