LA JEFATURA de la policía local recibió ayer ocho quejas por ruido entre las 15 y 17 horas, horario estipulado por el bando del silencio para no causar molestias durante la siesta. Las llamadas procedían en su mayor parte de obras en distintas zonas de la capital cacereña y fueron atendidas por los agentes. La normativa municipal establece sanciones para los que no respeten este bando, que impide cualquier alteración del descanso a mediodía con máquinas o equipos de música. Las denuncias por ruido superaron hasta julio las 300.