La Concejalía de Tráfico ha aumentado su control sobre los estacionamientos prohibidos del casco urbano, coincidiendo con el inicio del nuevo curso. Los agentes de la policía local refuerzan desde esta semana su vigilancia en las zonas de carga y descarga de toda la ciudad, en las paradas de los autobuses y en otros puntos para evitar los aparcamientos indebidos, que suelen provocar atascos que ralentizan el tráfico en ciertas calles.

Sin embargo, algunos comerciantes del entorno de la plaza Mayor han elevado sus quejas porque aseguran que la medida se aplica "con rigor". "Sabemos que en la plaza está prohibido aparcar y parar, pero desde hace dos días no nos dejan detenernos ni un momento para dejar a alguien en la zona", afirman. Algunos se muestran bastante incómodos con esta situación, "porque tengo que irme hasta la plaza de Galarza para bajar un segundo, y mi negocio no me permite perder tanto tiempo". Otros están muy molestos: "Hoy he pagado una multa de 60 euros. No podemos seguir así".

Pese a ello, el concejal de Tráfico, Santos Parra, afirmó ayer a este diario que no se actuará tajantemente en la plaza Mayor. "No vamos a ser tan duros que no permitamos parar un segundo para dejar a un pasajero, pero poco más. Las normas están ahí para cumplirlas", subrayó.

COLAS También explicó el motivo de estas medidas: "Los vehículos aparcan tranquilamente en las paradas de los autobuses y provocan retenciones cuando llega el transporte público; no podemos permitirlo". Además, prosiguió, "hay que respetar la carga y descarga, que se ha incrementado una hora más, hasta las doce. Creo que no es oportuno que a las tres de la tarde aún esté la plaza de San Juan llena de cajas", señaló.