La Policía Nacional ha tenido que intervenir esta mañana para que se pudiera desalojar el Gran Café de Cáceres ante la negativa de los trabajadores y hacer cumplir así un auto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Cáceres que obliga a la sociedad que ha explotado el negocio a devolver las llaves de la finca a su propietario.

Una comisión judicial ha acudido al establecimiento de la calle San Pedro de Alcántara a las 11 de la mañana y, tras verificar que no había acudido ningún representante de Inversiones Hosteleras Cacereñas, el secretario judicial ha pedido a los 14 empleados, a los que acompañaban delegados sindicales y antiguos clientes, que desalojaran el establecimiento.

Ante el 'no' de los trabajadores a hacerlo hasta que no quedase constancia por escrito de que no lo hacían por propia voluntad sino obligados por el juez, el secretario ha dado aviso al juzgado para que acudiese la policía. Cuatro agentes se han presentado diez minutos después en el local y, tras acordar con los trabajadores que el acta incluiría su petición, todos han decidido abandonarlo por su propio pie pasadas las 11.30 horas.

Entre lágrimas y abrazos, los empleados han salido a la calle entre aplausos, mientras un cerrajero procedía, por orden del juez, al cambio de la cerradura cuyas llaves han sido entregadas al abogado de la propiedad. Los delegados sindicales han acudido al juzgado a solicitar una copia del acta levantada por el secretario. Trabajadores consultados por este diario han asegurado que aún no han recibido las cartas de despido y que se han negado a firmar las nóminas correspondientes a noviembre.José Jiménez, que posee el 22,5% de las acciones del Gran Café a través de la sociedad Bazanvae. --el resto, hasta el 54,75% pertenecen a los herederos de Jenaro Rodríguez y el 45,24% a Gefisvae--, ha asegurado que un representante jurídico de la empresa sí ha acudido al acto para entregar las llaves. Jiménez, que ha enviado cartas a los trabajadores agradeciéndoles los servicios prestados, ha eludido dar explicaciones de por qué no ha hecho acto de presencia y ha afirmado que desconoce cualquier aspecto relacionado con los finiquitos de los empleados.

El Gran Café llevaba abierto desde hace 27 años.