La policía local tiroteó anoche una furgoneta que se saltó un control policial a la entrada de Aldea Moret. El vehículo lo conducía supuestamente Alicia Pavón Rivas, una joven de 22 años, embarazada de nueve meses y con la que viajaban sus dos hijos de uno y tres años, según relató ella misma a este diario.

El jefe de la policía local, César García, manifestó anoche que aún no se podía dar una versión oficial de lo ocurrido ya que se había abierto una investigación. Otras fuentes indicaron que en el interior del vehículo podía viajar también un hombre que estaba en busca y captura.

La mujer declaró que viajaba sola con los niños y que se saltó el control porque se asustó al no tener carnet de conducir. "Pensé que me iban a quitar la furgoneta y me puse nerviosa", afirmó minutos después del incidente. Fue trasladada al hospital ante su avanzado estado de gestación.

El suceso ocurrió sobre las 21.00 y provocó un gran revuelo. La policía local persiguió el vehículo desde la entrada de Aldea Moret hasta la calle Ródano donde se produjo el tiroteo. Cuando este periódico llegó al lugar, la policía no se encontraba en la zona y la furgoneta estaba aparcada frente al bloque C. Tenía al menos cuatro impactos aparentemente de bala en una de las puertas traseras, en un lateral y en los bajos del vehículo.

Los vecinos salieron a la calle al oír los disparos y protestaron airados por el suceso. Cortaron el paso al autobús urbano y empezaron a quemar contenedores, lo que obligó a la Policía Nacional a desplegar en la zona nueve dotaciones. El subdelegado del Gobierno y el comisario provincial de la Policía Nacional se trasladaron a la barriada. Al cierre de esta edición los disturbios se habían controlado.