Tener o no un chaleco antibalas es cuestión de edad. Al menos eso es lo que criticaron ayer agentes de la policía local que denunciaron «la discriminación inconcebible y ridícula» que ha sufrido parte del cuerpo después de que el Ayuntamiento de Cáceres haya decidido entregar estas prendas solo a los menores de 50 años. El concejal de Seguridad Ciudadana y portavoz del gobierno, Rafael Mateos, preguntado por este periódico acerca de la cuestión, admitió que su gabinete ha adquirido únicamente 60 chalecos y que el criterio para su reparto ha sido inverso a la edad de jubilación y, por lo tanto, se han entregado «a aquellos policías que a priori más tiempo van a estar en el cuerpo».

La situación ha indignado a algunos agentes que insistían: «Para los que tenemos de 50 para arriba no hay chalecos ¿el argumento es la edad?», se preguntaban, y argumentaban: «Parece que te están diciendo: ‘mira, a ti ya te queda poco tiempo y estás amortizado’. Es una vergüenza», sentenciaban.

Los mismos agentes apuntaban que en Womad o durante la feria «no deberíamos haber llegado a salir a cumplir los servicios ¿porque si a un compañero que sale contigo le dan un chaleco para que se proteja, por qué no nos los dan a los demás? Si en Cáceres estamos en un nivel de alerta 4 y son necesarios los chalecos, consideramos que o todos estamos protegidos, o ninguno. Lo que está ocurriendo ahora es que dos agentes van en el mismo coche y uno tiene chaleco y el otro no lo tiene. Es absurdo».

Los policías indicaban que «como no hay dinero y valen caros, en otras ciudades se llevan dos chalecos por coche para que los agentes puedan utilizarlos. Pero en este caso resulta que han comprado 60 chalecos cuando somos algo más de 90 policías los que estamos en la calle y la mayoría tenemos los 50. Si mi compañero lleva chaleco y yo no, qué pasa, ¿que yo soy inmortal, o qué? Es un agravio comparativo injustificable porque con la seguridad de las personas no puedes jugar y ya hay gente que está diciendo que no va a salir sin protección».

El concejal explicaba ayer que el ayuntamiento ha invertido 40.000 euros en la adquisición de los 60 chalecos que cubren al 50% de la unidad operativa. En este sentido se refirió al «esfuerzo» realizado por el equipo de gobierno en la mejora logística de la policía local, cuerpo al que se ha dotado también de armamento y vehículos.

NO SE COMPARTEN / Mateos descartó que la solución momentánea pase por compartir chalecos en los vehículos y lo justificó en cuestiones de higiene y de seguridad, puesto que las prendas deben adaptarse a la persona, al sexo y a la talla. En este sentido, basta recordar como el chaleco de uno de los agentes fallecidos en el triple crimen de Andorra no le protegió de dos disparos en una zona vital que debería estar cubierta por el «paquete balístico» (la parte del chaleco protegida con una placa metálica para evitar las balas). Así lo atestiguaron tanto la autopsia como un informe de Criminalística incluidos en el sumario del caso.

En esa ocasión, Víctor Jesús Caballero llevaba un chaleco propiedad de la Guardia Civil que era, como mínimo, dos tallas menor a la que le correspondía por su envergadura física. La zona por la que le entraron dos de los disparos, el tórax, estaba cubierta por el faldón de tela que se emplea para acomodar el chaleco al pantalón debido a que le quedaba muy pequeño. Sin embargo, el de su compañero Víctor Romero, que era de su propiedad y homologado, sí que cumplió su función porque el disparo que impactó en la zona costal no penetró, ya que quedó alojado en el chaleco. Caballero portaba una talla M cuando necesitaría por su envergadura una XL o XXL.

Mateos anunció que ya ha mantenido reuniones para iniciar, seguramente la próxima semana, la licitación de otros 70 chalecos y llegar así a toda la plantilla. «En un año el 100% de la unidad operativa tendrá sus chalecos», aseguró el concejal, que subrayó «que casi ninguna administración cubre la demanda global. Hay cuerpos que los rifan o los ponen en los coches y al que le toca le tocó. No todos los agentes de los cuerpos nacionales de policía o de la Guardia Civil tienen chalecos, pero la Policía Local de Cáceres los va a tener».

Con flamante jefe en el cuerpo (Benedicto Cacho), el ayuntamiento trabaja en un proyecto de la jefatura a medio y largo plazo con unidades específicas y más especialización. Ya en su toma de posesión, Cacho adelantó que cada agente tendría sus propias funciones dentro de los cometidos policiales y que el objetivo es contar con una policía especializada y lograr una mayor coordinación para ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos.

En esta legislatura el cuerpo se ha dotado de sistemas de detección de consumo de estupefacientes, nuevo armamento y equipamiento, mejora en uniformes e incorporación al Sistema de Radiocomunicaciones de Emergencias del Estado (Sirdee), además de refuerzo del personal. No obstante, siguen existiendo carencias y la de los chalecos antibalas es una de ellas. De momento, los agentes, a tenor de las declaraciones del portavoz del gobierno, deberán esperar al menos un año para tenerlos al completo.