La necesidad de trasladar el mercado fue puesta sobre la mesa en 2008 y se hace cada día más evidente. Cuando dejó el Rodeo para ocupar la Ronda de la Pizarra, ésta se encontraba en el extrarradio y había pocos vecinos. Pero el mercado ya ha quedado rodeado de residenciales, no hay aparcamiento, el público se aglomera y la seguridad se complica.