El nuevo abastecimiento de agua a Cáceres desde la presa de Portaje sí tiene una fecha más cercana para su fin. Cuando hace dos meses se informó de la exposición del modificado del proyecto se explicó que la fecha se mantenía. De ser así, en la primavera debería estar terminado.

Pero antes la Confederación tendrá que responder a las alegaciones que ha presentado el consistorio. Hay tres asuntos en estas alegaciones que destacan. El primero es que se mantenga la opción de que la conducción de Portaje llegue directamente a la estación de tratamiento, que se evite el paso intermedio del Guadiloba para ahorrar el coste de energía de bombear el agua desde el Guadiloba hasta la estación que está en la Montaña.

El segundo afecta al pago de la obra, que se repercute en un periodo de 25 años a los que se beneficien de la misma. Aunque esta inversión no solo es para Cáceres, llega a otras poblaciones del entorno, Cáceres va a ser la principal usuaria. La Confederación pedirá al consistorio el pago de un canon y de una tarifa de uso, que incluye el gasto de mantenimiento, de la administración, de energía y la amortización de la inversión. En los primeros años, la factura, que varía en base al agua trasvasada, puede superar los 2,5 millones, cantidad que el ayuntamiento puede repercutir al ciudadano con la tasa.

En la alegación se solicita que parte de ese gasto no se repercuta, por ejemplo la presa de Portaje, ejecutada en el año 1986. Con cargo al abastecimiento se repercutirían 2,1 millones de la inversión en la presa (la mitad de su coste, aunque actualizado a fecha de 2010). También se solicitan aclaraciones sobre el pago de los costes generales y de amortización si el sistema no se usa.

El tercer asunto que se plantea en la alegación es qué ocurrirá con el pago de la tarifa de uso del trasvase del río Almonte, que se abona a la Confederación en la parte que aportó para esta obra de 1992, cuando con la nueva conducción desde Portaje se deje de utilizar por la ciudad.