Cáceres ha sido el "hazmerreír de toda España". Así comenzaba una indignada Elena Nevado su intervención y así seguía: "Me dolía escuchar el nombre de mi alcaldesa y de mi ciudad en todas las tertulias de radio y televisión, me dolía ver cómo todo el mundo se estaba riendo mientras el nombre de Cáceres quedaba por los suelos".

La portavoz del PP argumentaba así la necesidad de que el concejal de Obras, Miguel López, presentara su dimisión por haber ordenado la retirada de un escudo del monolito de Colón considerando que era franquista cuando en realidad es el blasón de los Reyes Católicos.

Ni las disculpas públicas del edil, ni su capacidad para reconocer su error, ni siquiera su valentía al admitir que no consultó con experto alguno para retirar la enseña, han sido suficientes para un Partido Popular que ayer descargó toda su artillería contra López.

Los populares rescataron incluso del baúl de los recuerdos aquella anécdota del cabo Piris, un agente de la policía local de Cáceres que en 1976 mandó retirar del escaparate de la Librería Figueroa una reproducción de la Maja Desnuda de Goya al estimar que se trataba de una foto pornográfica. A su decisión se adhirió el ayuntamiento en pleno, lo que ocasionó un revuelo de tantas dimensiones que aún hoy se sigue recordando.

Elena Nevado, acompañada por los concejales Cándida Bello y José Diego Santos, aprovechó para pedir la retirada del escudo del TSJEx porque "ese --dijeron-- sí que es franquista".