La Semana Santa cacereña reunió ayer algunos de sus elementos característicos, entre ellos la música procesional, las saetas, la monumentalidad de las piedras centenarias, la poesía, la entrega cofrade, la historia y el hecho religioso, en el preámbulo de una nueva edición, y ya van seis siglos. El pregón que da paso a los días de mayor actividad penitencial fue ofrecido anoche en el complejo San Francisco por el periodista Teresiano Rodríguez Núñez, director del diario Hoy durante veinte años y Medalla de Extremadura, quien supo proyectar los valores de la Semana Santa y darles sentido en la realidad de hoy, a través de un discurso original capaz de unir la actualidad del mundo, la religión y la tradición cacereña.

El acto estuvo arropado por diversas autoridades políticas y religiosas, entre ellas la alcaldesa, Carmen Heras, el obispo, Francisco Cerro, el prior de Guadalupe, Fray Guillermo Cerrato, y el presidente de al Unión de Cofradías, Juan Narciso García-Plata. Entre el público, representantes de todas las cofradías que pudieron escuchar anoche las primeras saetas del intenso movimiento procesional que se avecina, en las voces de Raquel Cantero y Eugenio Cantero. La Banda Municipal también ofreció algunas marchas penitenciales.

AL HILO DEL PRESENTE El pregonero fue presentado por Antonio Tinoco, director de EL PERIODICO EXTREMADURA, quien destacó la trayectoria de este profesional y el importante papel que su trabajo ha supuesto en la evolución de la comunidad autónoma. Por su parte, Teresiano Rodríguez comenzó descartando tópicos más o menos laicistas sobre la Semana Santa: "Ni fue algo que sucedió hace siglos, ni es una representación teatral, sino cultura viva y acto de culto". En un ejercicio de información, documentación y ardua elaboración periodística, fue asociando los valores de cada una de las jornadas de la Pasión con distintos sucesos de la realidad nacional e internacional, y enlazó a la vez su significado con las veintiuna procesiones de las cofradías cacereñas.

Así, el Domingo de Ramos como sinónimo de libertad frente a las prohibiciones a la prensa en la actual franja de Gaza y la masacre palestina; El Lunes Santo como el valor de la autoridad "moral y legítima" frente a los desgraciados sucesos que salpican los periódicos a diario; El Martes Santo como la necesidad de ayudar a tantas familias afectadas "por el ciclón de la crisis económica"... Asimismo, el pregonero valoró "el arte de las imágenes, el orden, la vistosidad y el marco monumental de la Semana Santa cacereña, a la que le sobran razones para un reconocimiento internacional", matizó.

Durante el acto también se entregaron los títulos de Cofrade del año a Juan Ignacio Blanco, exmayordomo de la cofradía de Las Batallas, Jesús Brazales, exmayordomo de la Expiración (lo recogió su esposa al encontrarse enfermo), y Luis Dionisio Iglesias, Cuartokilo , ya fallecido, quien dedicó largas décadas a la Banda de los Romanos de los Ramos. Todos fueron homenajeados por su entrega desinteresada a la Pasión cacereña en el que fue sin duda el momento más emotivo de la noche.

El reconocimiento a estos y otros miles de cofrades que hacen posible año tras año la Semana Santa fue también el principal mensaje de los discursos que ofrecieron la alcaldesa, el obispo y el presidente de las hermandades, quienes, además de destacar el sentimiento religioso de estas fechas, coincidieron en las buenas perspectivas de cara a la consecución del título de Interés Turístico Internacional y en el peso específico de la Pasión cacereña en el horizonte 2016.