La presión vecinal ha logrado en días lo que llevaban reivindicando desde el año 2002: el cierre al tráfico rodado de la calle Caleros. Un día después de hacer público el calendario de acciones de protesta que pretendían poner en marcha, llegó el acuerdo de peatonalización que pone fin al problema, y aunque aún no es efectivo, se da por inminente tanto por parte del ayuntamiento como de los propios afectados, quienes en un plazo aproximado de una semana o 15 días dispondrán de las tarjetas de acceso. Ese fue el acuerdo alcanzado ayer por la tarde en la reunión que mantuvieron una delegación vecinal con el concejal de Movilidad Urbana, Carlos Jurado, antes de poner en marcha el concurso de macetas que iniciaba las medidas de presión.

El acceso de coches a Caleros se autorizará exclusivamente a los vecinos y servicios de emergencias, tal y como ya sucede en otras vías de la Ciudad Monumental. Al igual que en esos casos, la calle quedará cortada por dos pivotes que se recogerán accionados por el sistema de tarjetas o mediante el interfono que conecta con la policía local.

En los próximos días la asociación vecinal facilitará al ayuntamiento una relación de los vecinos que tienen vehículo para que se les entreguen las tarjetas de acceso, que serán en torno a 100. Además "se estudiará la fórmula para permitir la entrada a algún familiar en el caso de las personas mayores", explicó Jurado, que plantea que en esos casos "se registre la matrícula y el modelo del vehículo del familiar que se hace cargo". Con el compromiso manifiesto, el edil apeló a la paciencia de los vecinos para que "si en lugar de 15 días son 25, no desesperen", afirmó. Una vez que se complete el sistema de pivotes, el tráfico de Caleros se desviará por Villalobos y Mira al Río.

SIN PRESION Tras alcanzar el acuerdo, la medida de presión organizada para las seis de la tarde de ayer, consistente en sacar las macetas a la calle bajo el pretexto de un concurso, se convirtió más en un acto lúdico que reivindicativo. Así, hasta la calle Caleros se trasladó una nutrida representación de la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa, Carmen Heras, quien dijo entender como algo "lógico" la "desesperación de los vecinos por el retraso de un cierre que tenía que haberse llevado a cabo hace años". De hecho, ya en el año 2003, el gobierno de José María Saponi se comprometió a dar luz verde a la medida antes del fin de esa legislatura. El cierre tenía que haberse completado hace más de dos años.

Mientras tanto, los vecinos se sienten satisfechos por el compromiso municipal y por el momento interrumpirán las acciones de protesta planificadas para los próximos días. Quieren dar a los servicios municipales el tiempo necesario para poner en marcha el sistema de tarjetas y pivotes. Pero advierten: "las reanudaremos si no se cumple", afirmó Lourdes Serrano, vecina e integrante de la directiva de la asociación vecinal.

Paradójicamente, varios técnicos ultimaban el sistema de pivotes en el extremo de Caleros con Cuesta del Maestre, mientras en el de Fuente Concejo transcurría el concurso de macetas, que, por cierto, ganó la vecina del número 55A, con una azalea.