La primera piedra para la construcción de la cárcel vieja se colocó en 1934. Aquel año era alcalde de la ciudad Antonio Canales, que pretendía sustituir con esta nueva cárcel a la que se usaba como tal en la calle Nidos y que no reunía las condiciones adecuadas. Terminó de construirse en 1936 y en los trabajos colaboraron varios presos políticos.

El cierre de la prisión como centro de cumplimiento, que se decretó porque las instalaciones no eran adecuadas para las nuevas pretensiones de Instituciones Penitenciarias, se culminó el 23 de marzo del 2000 con el traslado de los últimos presos (113 reclusos) a la cárcel nueva, en la carretera de Trujillo.

El Centro Penitenciario Cáceres II, entonces utilizado para el cumplimiento de condenas de los jóvenes, pasó a cambiar de denominación y a ser la única cárcel de la ciudad.

El PSOE presentó a finales del 2002 una moción para que el edificio de Cáceres I tuviera un uso social, pero fue desestimada.