"La gente que ha venido este año ya ha quedado en Cáceres para el año que viene", decía ayer Luigi Giuliani, el alma mater del festival, mientras despedía a los músicos que participaron en la cita musical irlandesa. "Queremos que el Fleadh tenga un cariz técnico y de aprendizaje. Por eso, no podemos romper el juguete", subrayó el profesor italiano que imparte clases en la Universidad de Extremadura.

Con un presupuesto ligeramente superior al del año pasado --entre 18.000 y 20.000 euros--, la organización destacó ayer que los siete locales que han participado en el festival están "entusiasmados" con el proyecto. A pesar de que el ambiente se ha notado menos en las calles de la ciudad monumental, han registrado llenos durante las cuatro jornadas del festival gracias al atractivo de las sessions.