El contrato con la primera Unión Temporal de Empresas (UTE) adjudicataria, formada por Joca, FCC y Placonsa, se formalizó en enero del 2007. El presupuesto eran 46,3 millones de euros y el plazo de ejecución 42 meses. El acta de replanteo se firmó en marzo del 2007, por lo que la primera fase del complejo hospitalario, de haberse cumplido los plazos, debía estar operativa desde finales del año 2010. Sin embargo en septiembre del 2010 se pidió un primer modificado de obra para ampliar el plazo de ejecución cuatro meses. A este siguió otro de nueve meses más. Y por último, en 2012, se solicitó un tercero, de ocho meses. Este último fue el que se rechazó por parte del Servicio Extremeño de Salud (SES) y que llevó a la resolución del contrato y a todo este proceso judicial que lleva abierto ya más de tres años. Habrá que esperar ahora a que se pronuncie el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura sobre si fue o no legal la suspensión de dicho convenio. Por el momento las obras siguen.