Los estudios revelan que el mayor inconveniente al que se enfrentan las personas afectadas por VIH-sida es la inserción laboral. El Comité Antisida de Extremadura, la Junta y el Ayuntamiento de Cáceres han decidido afrontar directamente el problema con un proyecto integral, que primero formará a estos trabajadores a través de un nuevo centro de empleo y más tarde les facilitará un puesto mediante una red de empresas extremeñas dispuestas a unirse a la iniciativa.

Así lo ha explicado a este diario el presidente del comité, Santiago Pérez, que recuerda que las personas con VIH "no tienen mayor absentismo laboral ni menor capacidad de trabajo que otros empleados, tal y como indican los estudios. Tampoco transmiten el virus de forma casual, nunca, sólo por contacto íntimo. Aun así, el empresario se muestra reacio a contratarlos", señala.

El primer paso será la apertura de un centro de empleo en Cáceres para que los afectados puedan formarse y adquirir un hábito normal de trabajo. Funcionará como taller multicopista, de diseño gráfico y páginas web, si bien no está totalmente definido. "Tenemos que hacer un estudio de mercado, aunque no queremos que sea rentable, sólo autosuficiente para reinvertir y pagar los salarios. Nos gustaría montarlo antes de fin de año en un local céntrico, de fácil acceso para los clientes. La maquinaria costará unos 150.000 euros", indica el presidente.

También comenzarán en breve los contactos para la creación de una red de empresas extremeñas dispuestas a contratar a estos trabajadores una vez que hayan pasado por el centro de empleo. La Junta, a través de las consejerías de Bienestar Social y Sanidad, hará de intermediaria para elaborar la relación. "En principio tendrán un periodo de prueba. La empresa podrá comprobar que desde el punto de vista social y laboral no hay problemas". El proyecto incluye la creación de una bolsa de trabajo.

El comité tiene pisos tutelados en Cáceres y Badajoz para personas sin recursos ni soporte familiar, que se beneficiarán del plan de empleo. Unos 40 afectados pasan cada año por estos pisos --hay lista de espera-- y reciben apoyo, orientación, cursos, becas... La ayuda se extiende a otros excluidos sociales.