El ayuntamiento, la Junta de Extremadura, Acciona y los vecinos del poblado minero alcanzaron ayer un principio de acuerdo para el reestablecimiento del suministro de agua en el barrio, que ayer vivió su decimosegundo día sin agua, según informó la concejala de Medio Ambiente, María Teresa González, que calificó como "positivo" el acercamiento de posturas.

El pacto, que deben firmarlo todos los vecinos, consiste en la colocación de un contador general electrónico, con capacidad para detectar posibles fugas de agua, la entrega gratuita de 15 contadores individuales que los residentes deberán instalar en sus viviendas --aunque la factura será única y comunitaria-- y la no reclamación de la deuda, que desde 2012 ascendía a 53.000 euros, según informó ayer Miguel Castro, el abogado del colectivo vecinal. Los vecinos, sin embargo, solicitaban contratos individuales para que cada domicilio abonara su factura, una medida que Acciona tildó de inviable, al tratarse de una red privada, semejante a la que se encuentra en el barrio Ceres Golf.

El borrador del acuerdo, que fue redactado ayer durante una reunión a la que asistieron gran parte de los residentes del poblado minero, las concejalas de Medio Ambiente y Asuntos Sociales, María Teresa González y Marisa Caldera, el gerente de Acciona, Cayetano Cases y el director general de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Extremadura, Manuel Lozano, pasa por dar de alta el suministro regularizando la situación con la firma de un contrato con la empresa que gestiona el servicio. Hasta entonces los vecinos no tendrán agua.

No obstante, el presidente de la Asociación de Vecinos, Francisco Luis López, recibió una copia del borrador del acuerdo, que quiso llevarse consigo para consensuar con los residentes que no pudieron asistir ayer al encuentro. "Lo voy a consultar con los que no han podido venir para tener el consentimiento de todos e intentaré hacerlo mañana. Al menos han acudido representantes de la Junta; la parte faltante hasta ahora", confesó.

El miedo de los habitantes del poblado minero es que, una vez reestablecido el suministro, comiencen a producirse fugas enseguida, debido a la antigüedad de las instalaciones. Por ello, aproximadamente una semana tras la conexión del servicio, la Junta de Extremadura revisará todas las redes del barrio, solucionará posibles averías y también cambiará las tuberías que así lo requieran.

DOCE DIAS Los vecinos, que no pagan agua, llevaban hasta ayer doce días sin suministro. El corte del mismo se produjo el día 6, cuando Acciona informó a los residentes que, tras no regularizar su situación, dejaban de recibir agua en sus domicilios. El problema surgió a raíz de un consumo excesivo, que se disparó en 2013 y que el gobierno local achaca a un uso no doméstico del agua, mientras que los vecinos defienden que fueron factores externos los que terminaron deteriorando las instalaciones.