La iglesia de San Mateo volvió a llenarse ayer de fieles para celebrar los actos organizados por la Hospitalidad de Lourdes con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo.

En esta ocasión se cumplían 151 años de las apariciones de la Virgen a la niña Bernadette Soubirous, y los actos, presididos por el obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, arrancaron poco después de las seis de la tarde con un acto mariano y el rezo del Rosario. Los asistentes pudieron escuchar una recreación de cómo fue la aparición de la Virgen a Bernadette como si la contara la niña en primera persona. Bernadette murió a los 35 años, después de haber tenido siempre una salud muy precaria, asistiendo a los enfermos en el convento de Nevers. Fue canonizada en 1933.

PROTAGONISTAS Tras el rosario, arrancó la procesión precedida por los enfermos, verdaderos protagonistas de la jornada, llegados tanto de centros asistenciales --la Casa de la Misericordia de Alcuéscar, la residencia de los Hermanos de la Cruz Blanca o el Centro de Atención a Minusválidos Físicos (CAMF)--, como de domicilios particulares.

La comitiva, con las tradicionales antorchas encendidas, tal y como se hace en Lourdes cuando procesiona la Virgen, salió de San Mateo para dirigirse por la calle Condes hacia Cuesta de Aldana, Arco de Santa Ana, Adarves, Arco de la Estrella y Plaza de Santa María. Este año, como novedad, hubo un relevo de mujeres para portar la imagen. Fue el último, antes de ceder el puesto de nuevo a los hombres para la entrada de la imagen en la concatedral de Santa María.

La concatedral, también llena de fieles, acogió la celebración de la Eucaristía y la bendición de los enfermos por parte del obispo, que recuperando una frase del papa Juan Pablo II afirmó que "los enfermos son el tesoro de la Iglesia".

La próxima peregrinación a Lourdes se realizará del 25 al 30 de junio del 2009.